Derroche

850 euros por unas chanclas, el precio de la frivolidad en tiempos de crisis

Las flip flops que The Row vende por 850 euros es un sencillo modelo de chancleta que pueden encontrar tranquilamente en cualquier otro lugar por apenas

850 euros por unas chanclas, el precio de la frivolidad en tiempos de crisis
850 euros por unas chanclas, el precio de la frivolidad en tiempos de crisisFlip Flops

No le den más vueltas ni le busquen ningún tipo de justificación. Las flip flops (el tipo de sandalia de suela de goma con una tira que se ajusta entre el dedo gordo y el índice del pie) que The Row vende por 850 euros es un sencillo modelo de chancleta que pueden encontrar tranquilamente en cualquier otro lugar por apenas 20. Y es que, si atendemos a sus características, no tienen nada de especial más allá del sello de la marca que fundaron las hermanas Olsen en 2006 y que las ha convertido en una de las voces más autorizadas de la moda. La suela está realizada en material sintético y la tira de grogrén es un 66% algodón y un 34% viscosa.

Aunque para muchas personas esto les pueda hacerse llevar las manos a la cabeza, lo cierto es que a los clientes habituales de la firma americana de las gemelas más famosas de la televisión de los 90 no les llamará mucho la atención. La política de precios de la casa siempre ha sido muy elevada. Y la jugada les ha salido tan bien que hasta la familia detrás de Chanel y los herederos de L’Oréal se han animado a invertir en la compañía, valorada el año pasado en más de mil millones de dólares. Con esta excentricidad de precio de la firma que busca ser la respuesta americana a Loro Piana y al Celine de Phoebe Philo, The Row se suma a otras polémicas que hemos visto en los últimos años en la moda. Y es que, si bien ahora se discute mucho el incremento de precios que han desarrollado en la última década las grandes marcas de moda, seguimos viendo ejemplos que llaman la atención. ¿Acaso a alguien se le ha olvidado ya la copia de la bolsa de Ikea que Balenciaga vendió hace unos años por 1.700 euros?

A veces, más que buscar la venta lo que se pretende es captar la atención del mercado o, simplemente, generar una polémica que ayude a posicionar la firma como revolucionaria, como hizo Vetements con su famosa camiseta de repartidor de DHL que se podía adquirir por 255 euros. París se volvió loco y la firma recibió el sello de marca de deseo.

En 2021, justo después de la pandemia, fue Bottega Veneta la que decidió rizar el rizo. Presentó un collar de cable de teléfono y otro de flores de plástico a 1.800 y 2.500 euros respectivamente. La polémica estuvo servida durante varias semanas y la firma busca encontrar de nuevo el camino que le dio en su época dorada Tomas Maier, que consiguió encumbrarla como el Hermès italiano. Casi al mismo tiempo Balenciaga presentó unos pendientes de chupetes de plástico por 490 euros.

Otras, en cambio, optan por una serie de colaboraciones donde demuestran su saber hacer de una manera irónica. Fendi presentó el año pasado un porta Chupa-Chups (450 euros) en piel que solo por el trabajo artesanal que se necesitaba para su confección ya justificaba su precio. Polémicas aparte, el precio es un elemento subjetivo que depende mucho del deseo que se genere o la expectación, que es en lo que confía The Row para sus chanclas.