Acérquense (rápido) a ver el códice más antiguo del "Cantar de Mío Cid"

A partir del 5 de junio, se expondrá por primera vez al público una de las grandes joyas bibliográficas de la literatura española

El arte se conserva, se restaura, se documenta y se protege. Y, para ello, hay que contar con un ingrediente fundamental: el público. Para cuidar una obra de arte, también hay que mostrarla, hacer que se disfrute. Igual que un cuadro está para observarlo y una comedia de teatro está para reírse desde las butacas, un libro está para leerlo. Eso sí, cuando se trata de una reliquia, lo mejor es proteger esas páginas dando la oportunidad al visitante de leerlas a través de una vitrina. Y así lo hará la Biblioteca Nacional de España: a partir del 5 de junio y durante 15 días, expondrá el códice original del "Cantar de Mío Cid".

Las heróicas hazañas de Rodrigo Díaz de Vivar (el Campeador) que alguien anónimo escribió alrededor del año 1.200, según las investigaciones, es hoy una de las grandes joyas literarias de España. Solo se conserva la copia manuscrita del original que, según los últimos estudios, pertenece a la primera mitad del siglo XIV. Desde la donación del documento que realizó la Fundación Juan March en 1960 -ésta se lo compró a los herederos de Ramón Menéndez Pidal por 10 millones de pesetas-, la Biblioteca Nacional de Madrid alberga esta pieza única y delicada entre sus archivos. Este códice nunca antes se había mostrado al público hasta ahora, que estará expuesto en la biblioteca durante 15 días y después será sustituido por un facsímil.

El motivo de esta iniciativa es la exposición "Dos españoles en la historia: El Cid y Ramón Menéndez Pidal", que se abrirá al público en la Antesala del Salón General de la bilbioteca a la vez que se expondrá el códice -el 5 de junio-, hasta el 22 de septiembre. El tiempo limitado que se expondrá el códice responde a su necesidad de conservación, ya que se trata del relato más antiguo que ha llegado a la actualidad, aunque no por completo. Este cantar épico del Cid Campeador contaba con 74 páginas de pergamino en el original, pero en el códice faltan tres: la inicial y las que siguen a los versos 2.337 y 3.507. Algunos críticos e investigadores atribuyen la autoría a Per Abbat, un clérigo de Burgos, lugar donde está archivado el nombre de Rodrigo Díaz de Vivar.

Además de esta exposición homenaje a esta primera obra poética extensa, el centro ha organizado actividades culturales relacionadas con la música y la escritura, como es la exposición "Los paisajes acústicos de Joaquín Rodrigo"-hasta el 8 de septiembre- o diversos talleres y conferencias.