Almudena Cid: «Los políticos son grandes actores»
Protagoniza «Linda vista», una obra en la que comparte cartel con Toni Cantó y que podrá verse en las tablas del Teatro Valle-Inclán.
Protagoniza «Linda vista», una obra en la que comparte cartel con Toni Cantó y que podrá verse en las tablas del Teatro Valle-Inclán.
Ha sido la única gimnasta de rítmica española que ha disputado cuatro finales olímpicas. Una experiencia que ha plasmado por escrito en Olympia, la serie de cuentos infantiles donde narra su vida, y que también le ha servido como bagaje para consolidarse en el mundo de la interpretación. Almudena Cid es una de las actrices de «Linda Vista», que cuenta la vida de Wheeler –un hombre de 50 años recién separado que para buscar un nuevo rumbo en su vida tiene que bajar a los infiernos– y que aborda la toma de conciencia frente a situaciones que, a veces, obligan a tocar fondo para resurgir. La obra, cuyo protagonista es Toni Cantó, podrá verse en el Teatro Valle-Inclán hasta el 27 de enero.
–¿Cuántas veces es posible poner el reloj a cero y volver a empezar?
–Las que seamos conscientes de poder, no las que queramos. Hay quienes resurgen tras un batacazo y quienes vuelven otra vez a caer, quienes aprenden y desa- prenden, quienes viven en un constante vaivén, como si fuera una montaña rusa. A mí, personalmente, me gusta aprender de lo que me ocurre.
–En realidad, «Linda vista» es un reflejo de cómo nos vemos...
–Sí, porque en esta obra conocemos a Wheeler observando cómo se relaciona con los demás. Y esto se puede extrapolar a nuestra vida, cuando somos espectadores de lo que nos ocurre.
–A partir de una edad aparecen ciertas crisis. ¿Cómo superarlas?
–Se habla de que las mujeres a partir de los 40 y los hombres a partir de los 50, aunque todo depende de cómo se haya toreado la vida. Pienso que tiene que ver con la toma de conciencia sobre la muerte.
–¿Es posible aligerar el peso del paso del tiempo?
–Sí, siendo más empáticos. Siempre que nos ocurre algo vemos la injusticia del otro hacia nosotros, cuando lo ideal sería pensar en lo que le ha llevado a actuar de esa manera. A veces vemos el problema en nosotros, pero está en el otro. Y pensarlo ayuda a relativizar.
–Ayudará el deporte...
–A mí me ha ayudado mucho, porque desde niña tuve que enfrentarme a situaciones extremas y a ser muy autónoma, lo que hizo que no pudiera tener la vida de una chica de mi edad. He tenido que aprender tan rápido que no he podido transitar por situaciones que mi cuerpo necesitaba. También tuve que pasar por encima de ciertas emociones para que mi carrera deportiva no se viese afectada.
–Ha sido la única gimnasta de rítmica española en disputar cuatro finales olímpicas.
–Cuando se hace deporte siendo tan joven la inconsciencia juega a tu favor. Pero cuando te haces adulta y comienzan a no ocultarte nada, es el momento en el que logras ser consciente de que no eres imprescindible. Y la primera vez que pensé que mi lugar lo podía ocupar otra supuso el primer paso hacia mi madurez.
–¿Ahora se siente retirada?
–En cierto modo sí, aunque escribiendo mi biografía me he dado cuenta de que sigo muy latente. Hay niñas que no me conocieron en activo y están como locas con la lectura de Olimpya. Estoy retirada, pero sigo teniendo cosas que ofrecer.
–Porque a lo mejor está más liada que nunca...
–Creo que todos tenemos la capacidad de reciclar experiencias vividas para nuevos trabajos.
–¿Dónde se ha sentido más libre: sobre el tapiz, en el escenario o escribiendo?
–Sobre el tapiz me sentí muy libre al final de mi carrera, tras 21 años. Como actriz, ahora estoy como cuando tenía 15 años como gimnasta, en el principio de los principios, con esa inconsciencia pero con la madurez de una persona de mi edad. Como escritora, al escribir de mi vida, el hilo conductor está muy claro y eso me da tranquilidad frente a una página en blanco.
–¿Y más feliz?
–Estoy en mi etapa más consciente y sensible, ya que no tengo que demostrar mi trabajo en 90 segundos.
–Comparte cartel con Toni Cantó. ¿Qué tal actúan los políticos?
–Los políticos son grandes actores. Pero yo también fui actriz en mi época como gimnasta, porque ante cualquier dolor tenía que mostrar la mejor de mis sonrisas. En ciertas profesiones hay que tapar la realidad constantemente. En cualquier caso, Toni es un grandísimo profesional. Es el único que está las dos horas sobre el escenario, soportando el peso de la obra. Pero, como en las cenas de Navidad, es mejor no hablar de política.