Así fue la primera moneda española: inspiró la creación del dólar


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El Real de a Ocho, también conocido como el "dólar español", revolucionó el comercio internacional y sentó las bases para la moneda estadounidense.
Durante más de dos siglos, el Real de a Ocho, una moneda de plata acuñada por el Imperio Español a partir del siglo XVI, se consolidó como la primera divisa de uso global. Su influencia trascendió fronteras y continentes, convirtiéndose en la referencia del comercio internacional en Asia, Europa, África y América.
La moneda, fabricada principalmente con plata extraída de las ricas minas de Potosí (en la actual Bolivia), se destacaba por su peso estándar y pureza, lo que generó una confianza sin precedentes en transacciones comerciales de todo el mundo. Su diseño, con las columnas de Hércules y el lema "PLUS ULTRA", simbolizaba el alcance global del imperio. Este lema reflejaba la ambición de España de ir más allá de los límites conocidos, un mensaje poderoso que acompañaba cada transacción realizada con esta moneda.
La influencia en el dólar
El Real de a Ocho no solo facilitó el comercio entre los territorios del imperio, sino que también circuló ampliamente en las colonias británicas de América del Norte. Tanto fue su impacto que sirvió de modelo para la creación del dólar estadounidense en 1792. De hecho, el símbolo del dólar ($) se cree inspirado en la representación estilizada de las columnas de Hércules con una banda en forma de S. Además, su uso fue tan común en el comercio internacional que incluso países fuera del dominio español lo aceptaban como medio de pago legítimo.

Incluso después de la independencia de Estados Unidos, el Real de a Ocho continuó siendo de curso legal en el país hasta 1857. En Asia, especialmente en China, esta moneda era altamente valorada y preferida en las transacciones comerciales debido a su pureza y fiabilidad, lo que facilitó el comercio entre el Este y el Oeste durante siglos.
Un gran legado
Su legado persiste no solo en la historia monetaria, sino también en la economía global, como un recordatorio del poder de la integración económica mucho antes de la era de la globalización moderna. La influencia del Real de a Ocho se extiende más allá de su valor monetario; representa un símbolo de la interconexión de las civilizaciones y del papel crucial que desempeñó el Imperio Español en la configuración de la economía mundial tal como la conocemos hoy.