Barceló hace equilibrios sobre la trompa de un elefante
El artista expone un conjunto de obras con motivo del VIII centenario de la Universidad de Salamanca.
El artista expone un conjunto de obras con motivo del VIII centenario de la Universidad de Salamanca.
Si en los próximos meses deciden visitar Salamanca no se asusten si se encuentran en mitad de la barroca Plaza Mayor con un enorme elefante de bronce de siete metros que mantiene el equilibrio gracias a su trompa. Tampoco si en el Patio de las Escuelas Menores se topan con un bosque de cerillas de tres metros de altura y 500 kilos de peso cada una. No son alucinaciones. El arte contemporáneo de Miquel Barceló ha tomado las calles de la Capital Europea de la Cultura, ciudad monumental por excelencia, que añade en estos días a su tradicional arquitectura la fusión vanguardista de este conjunto de obras.
El responsable de esta revolución es Daniel Hernández Ruipérez, rector de la Universidad de Salamanca, que, con motivo de la celebración en 2018 del VIII centenario de esta institución, convenció al artista, primero para pedirle el logotipo conmemorativo de la efeméride, y finalmente para montar una exposición. El resultado es, en colaboración con el ayuntamiento de la ciudad y la Fundación Mapfre, la muestra «Miquel Barceló. El arca de Noé», que se podrá ver en la ciudad hasta el 1 de octubre.
«Lo hice con mucho gusto para celebrar los 800 años de la universidad y me inspiré para ello en la iconografía de los dragones y la escritura renacentista, porque representan algo dinámico y vital pero que remite a la Edad Media, vitalidad y antigüedad al mismo tiempo», afirma el artista, que además será reconocido Doctor Honoris Causa. La exposición es una oportunidad inmejorable de conocer la obra más reciente de Barceló, Premio Nacional de Artes Plásticas y Príncipe de Asturias de las Artes en2003, entre otros reconocimientos, pues consta de 80 obras realizadas en distintas técnicas (escultura, pintura, dibujo incluida una «performance»), algunas de ellas inéditas para el público y todas pertenecientes al periodo correspondido entre el año 2001 y la actualidad.
El polifacético artista, que considera su obra «una carrera fulgurante hacia atrás en el tiempo, cada vez más relacionada con el arte de hace 30.000 años que con el de ahora», enmarca sus creaciones en lugares emblemáticos, de manera que el visitante pueda efectuar un recorrido por la ciudad siguiendo los diferentes títulos. «Para mí, es un gran honor estar en los lugares que he intervenido, que no son neutros en absoluto, y que hacen que la memoria del lugar intervenga en la obra» asegura.
Fondos marinos
Esta «exposición de exposiciones», definición acuñada por el propio Barceló, toma su nombre de «El arca de Noé» (2014), una obra de 4x6 metros que contiene una serie de naturalezas muertas y paisajes, y que puede contemplarse por primera vez en público en la Capilla del Colegio Arzobispo Fonseca. Junto a ella, en el mismo lugar, se pueden ver 18 cerámicas, también inéditas muchas de ellas. En la Hospedería Fonseca, a escasos metros de la serie anterior, se encuentra un grupo de pinturas y obras sobre papel de gran formato, realizadas entre 2009 y 2016, y de muy variado contenido, pues incluye naturalezas muertas, pinturas abstractas, cuadros de fondos marinos, pinturas en relieve que remiten al arte rupestre, e incluso dos autorretratos.
La producción pictórica se remata en el Patio de Escuelas de la Universidad, lugar elegido para albergar las obras más antiguas de esta exhibición, un conjunto de 26 acuarelas fechadas entre 2001 y 2003, e ilustran «La Divina Comedia» de Dante. El gran atractivo escultural de la muestra es «El Gran Elefant Dret» (2009), un elefante en equilibrio, situado en mitad de la Plaza Mayor, que ya ha sido expuesto en ciudades como Madrid, Barcelona o Nueva York. «Parece que siempre ha estado ahí», comenta Barceló, que considera «abrumador» que se le compare con Auguste Rodin, artista que expuso su escultura «El Balzac» en el mismo lugar quince años atrás. En esta ocasión, el paquidermo tiene como novedad su color, blanco, y que suelta humo cada vez que suena una campanada en el Ayuntamiento.
Asimismo destacan «14 allumettes» (2015), catorce cerillas en diferente estado de combustión que simulan un bosque, expuestas por primera vez como bloque entero, y «Gran auricular» (2017), un conjunto de macetas amontonadas que forman una gran oreja «que escucha y no dice nada». En este ámbito, la exposición se completa con numerosas obras de menor calado, realizadas entre los años 2009 y 2017.
La muestra, considerada por el alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco como «una nueva oportunidad para situar a la ciudad en el epicentro del arte contemporáneo y de establecer un binomio único y excepcional entre obras que aportan modernidad y espacios históricos y monumentales», significa la vuelta de Miquel Barceló al escaparate expositivo en España, tras siete años de ausencia. Ante la gran afluencia de visitantes la muestra permanecerá abierta también los domingos por la tarde a partir de este fin de semana.