A Clara Lago le traiciona el karma
Protagoniza el debut de Patricia Font en esta adaptación de una novela de Laura Norton.
Protagoniza el debut de Patricia Font en esta adaptación de una novela de Laura Norton.
«Saber que te apasiona ya es un trabajo en sí mismo. Mucha gente se mueve por inercia en la vida, pero a veces hay que pararse y pensar qué nos hace feliz». Lo dice Clara Lago, que interpreta a Bea en «Gente que viene y bah», una arquitecta que no llega a plantearse sus verdaderas prioridades hasta que, como al perro flaco, todo se le vuelven pulgas en su vida. De repente pierde a su novio (que se enrolla con una presentadora famosa de televisión) y, consecutivamente, su trabajo en un estudio importante.
«Esto nos ha pasado a todos, que cuando llega una desgracia parece que vienen todas juntas y te preguntas qué has hecho para que suceda», añade Lago. Su personaje, como haríamos todos en su situación, busca el cobijo de la familia, en el pueblo, aunque no sea ésta la más normal del mundo. «Es una casa de locos», explica Patricia Font, que debuta en la dirección de un largometraje con esta comedia en la que Bea, una chica insegura, irá poco a poco levantándose del varapalo y buscando un nuevo sentido a su vida. «Ahora mismo en mi generación hay una sensación de búsqueda de lo que nos gusta y apasiona, un desasosiego, y eso le pasa a Bea, que tiene una sensación de insatisfacción».
La cinta adapta el libro homónimo de la autora superventas Laura Norton, una de cuyas obras ya fue llevada hace dos años al cine: «No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas». Tanto Lago como Font disfrutan de los libros de Norton y están seguras de que mucha gente irá al cine atraída por sus argumentos. Eso sí, el trabajo de guión ha modificado un poco a la Bea original, más arrogante y menos insegura.
La protagonista de esta cinta es una mujer básicamente perdida en medio del fuerte carácter de su hermana Irene (Alexandra Jiménez) y la absolutamente desquiciada Deborah. Todas ellas se apoyan en el tronco que representa la madre, interpretada por la enorme Carmen Maura. Trabajar con ella, dicen directora y protagonista, ha sido uno de esos placeres impagables de la profesión. El otro, disfrutar de un género, la comedia romántica, que apasiona por igual a Font y Lago.