El cine y el IVA
Sólo se puede calificar como de falta de estrategia el hecho de que el Gobierno haya anunciado el descenso del IVA para los espectáculos en directo, mientras que se mantiene en el 21 % el del cine
Sólo se puede calificar como de falta de estrategia el hecho de que el Gobierno haya anunciado el descenso del IVA para los espectáculos en directo, mientras que se mantiene en el 21 % el del cine. Y subrayo lo de «falta de estrategia» porque a nadie se le debería escapar que, por grande que haya sido el esfuerzo a la hora de aminorar el IVA del teatro, música, etcétera... la decisión de no tocar el del cine es una noticia que no solo oculta el resto de medidas favorables, sino que puede favorecer la interpretación de la iniciativa como una solución tendenciosa. España es un país de lugares comunes y de prejuicios. Y uno de los que de manera más poderosa ha calado entre la opinión pública es que el PP castiga la cultura. Sobre este fondo de opinión, el sector que más ha incentivado el sentimiento de agravio sufrido por parte del partido ahora en el gobierno es el del cine. De suerte que resultaba perfectamente previsible que, entre sus agentes, esta decisión fuera recibida como una prueba más de desprecio y castigo por el papel jugado por el cine español durante fases bastante puntuales de la historia reciente de este país.
La pregunta en voz alta que procede hacer en este caso es: si ya de por sí España es un territorio de etiquetas y determinismos grabados a fuego sobre sus dinámicas de opinión, ¿por qué arrojar más madera al fuego y alimentar argumentarios que solo redundan en la teoría de la conspiración? Tal y como están las cosas, hay dos opciones: 1) o se apuesta por el todo o nada, de forma que no se anuncie una bajada del IVA si ésta no puede abarcar todo el espectro previamente gravado, o 2) se anuncia un cronograma preciso en el que el descenso del IVA del cine aparezca ya reflejado, sin posibilidad de más dilación. Además, si la razón de fondo que sustenta este descenso sectorializado del IVA es que los ingresos en taquilla del audiovisual están repuntando al alza y el Estado no puede renunciar en estos momentos a tales dividendos, ¿por qué no proceder con dicho sector de la misma manera que con el conjunto de la economía? Bajar los impuestos favorece el consumo y, por consiguiente, eleva los ingresos. En cualquier caso, falta más pedagogía en la explicaciones.