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Joaquin Phoenix: «¿Mi madre, hippie? Pero si fue secretaria en la NBC...»

Joaquin Phoenix. Actor. El actor vuelve a ponerse a las órdenes de Paul Thomas Anderson en «Puro vicio», una comedia que lleva a la pantalla el imposible universo de Thomas Pynchon. «Me gusta su afán detallista», asegura Phoenix

Joaquin Phoenix
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El actor interpreta a un detective caótico y pasado de rosca en la soberbia «Puro vicio», la nueva cinta de Paul Thomas Anderson, basada en un delirante libro del escritor

Joaquin Phoenix pasó por París para promocionar «Puro vicio», la nueva película de Paul Thomas Anderson basada en la novela de Thomas Pynchon. Phoenix aparece para la entrevista con una camiseta gris ribeteada de azul y con el cabello requetepeinado, dejando bien a la vista su triste mirada verde almendra. Este hombre de voz lánguida, gestos cansinos, modales educados («¿dónde quieren que me siente?» «¿les molesta si me pongo de lado? ») es un camaleónico. Pocos habrían tenido el talento para interpretar como él lo hace el personaje de Larry «Doc» Sportello, un detective privado hippie que tiene como compañera inseparable a la marihuana. La historia de «Puro vicio» comienza en Gordita Beach (Los Ángeles), en 1970. «Doc» Sportello, un detective marginal, recibe la visita inesperada de su antigua novia, Shasta (Katherine Waterston) para pedirle ayuda porque teme que el hombre del que se ha enamorado, un millonario promotor inmobiliario, esté siendo víctima de un complot entre su mujer y el amante de ésta. El final de los años psicodélicos, mezcla de desilusión y paranoia. Es el universo de hippies, rockeros, surfistas, toxicómanos, moteros y todo tipo de místicos que todavía sobreviven al mundo que se impone del consumismo y los carteles de todo pelaje. En este ambiente transcurre la disparatada aventura de «Doc», siempre en chanclas, con los pelos afro y barba de ocho semanas; y su contrapunto, el inspector Christian Bjornsen (Josh Brolin), alias «Bigfoot », un policía neurótico, anclado en los 50, con un traje gris impecable y un corte de pelo a cepillo.

Universos paralelos

Joaquin Phoenix no había leído hasta ahora la obra de Thomas Pynchon, pero no tardó en conectar con su mundo lleno de universos paralelos, en los que su habilidad para hacer presente la belleza y la perversidad, lo absurdo y lo complejo, le han consagrado como uno de los mayores escritores americanos de su tiempo. «Me zambullí enseguida en el universo de Pynchon», comenta Phoenix, «me gusta su afán tan detallista, capaz de introducirse en tantos mundos, y al mismo tiempo con un enfoque humano, en cierto sentido emotivo». El actor no comparte la idea de quienes consideran que su experiencia personal, el hecho de que sus padres fueran considerados como hippies, le haya ayudado a la hora de recrear su personaje: «Creo que la Prensa ha exagerado lo que fue. En los ochenta, cualquier persona que tuviera una vida ligeramente alternativa era considerada como hippie. Pero me parece que no es exacto. El simple hecho de que mi madre trabajara como secretaria para la NBC lo muestra. No pienso que haya nada menos hippie».

Un hombre torturado

No es la primera vez que Paul Thomas Anderson y Joaquin Phoenix trabajan juntos. Ya tuvieron ocasión de conocerse a fondo en «The Master», una historia sobre el sadomasoquismo sectario. Phoenix recuerda que el ambiente de aquel rodaje era pesado, radicalmente opuesto a la ligereza paranoica de «Puro vicio»: «En ‘‘The Master’’, mi personaje, Freddie, era alguien torturado por sus experiencias, un hombre aislado, y eso se sentía durante el set. Era un mundo más oscuro». Anderson comenzó a trabajar el guión de «Puro Vicio » cuando todavía no había dado carpetazo a ‘‘The Master’’. Adaptó íntegramente la novela de Pynchon, escena tras escena, mientras pensaba en cómo darle una entidad visual. Finalmente, el estilo de la película está inspirado esencialmente en un cómic de los años 70, «Los fabulosos Freak Brothers», de Gilbert Shelton. Phoenix se ha dado a fondo para recrear su personaje de detective chiflado, sin tener en ningún momento miedo ni escrúpulos de caer en el ridículo: «Lo bueno de trabajar con Paul es que estás tranquilo, estaba convencido de que podía intentar cualquier cosa porque, si no funcionaba, sabía que como siempre hace cinco tomas diferentes, al final elegiría la que mejor serviría para el conjunto». Para que hable de la película hay que estar tirándole de la lengua, es conocido que no le gusta asegurar el servicio post-venta de sus trabajos, pero no es lo mismo si cuenta cosas de su familia, sobre todo si quiere terminar con alguna leyenda urbana, como el hecho de que sus padres pertenecieran a la secta Children of God: «Ellos creen en Dios y eran idealistas, querían tener una experiencia diferente. Y ese tipo de grupos te hacen sentir que compartes los mismos ideales, parecen muy acogedores... Creo que es algo idealista y bonito, la tragedia es que luego acaba siendo la historia de un hombre que se corrompe y lucha por imponer su poder (como describe precisamente « The Master », y aparece anecdóticamente en «Puro vicio»). Mis padres vivían con ellos, eran misioneros. Pero nunca llegaron a formar parte del grupo y cuando vieron que había algo falso se marcharon. La experiencia sólo duró dos años, aunque la prensa lo destaca porque es excitante».

La intriga de la cinta es un laberinto indescifrable por el que circulan una selva de personajes delirantes. La banda sonora es el «personaje» más real de esta historia, firmada por Jonny Greenwood (que ya ha colaborado con Anderson en « There will be blood» y « The Master ») y artistas de los años 70, como Minnie Riperton y Neil Young.

Rodar con Allen

El cine, como la vida, hace extraños compañeros de viaje. Si no, que se lo digan a Joaquin Phoenix, cuyo siguiente trabajo lleva la rúbrica de Woody Allen. No sabemos si el título de la película, «Irrational Man», tendrá algo que ver con el actor. En Sony se refieren a esta octava colaboración con el director de «Manhattan» –una comedia dramática– como «el último regalo anual a los espectadores de todo el mundo, tan fresco como siempre». Poco más se sabe del filme, salvo que está en fase de postproducción y que se centra en la historia de un profesor universitario en plena crisis existencial y una alumna implicados en un romance y un crimen. Junto al intérprete estarán Emma Stone (que ya trabajó con el cineasta en «Magia a la luz de la luna»), Parker Posey y Jamie Blackely. La cinta, que llegará a los cines este año, se empezó a rodar en julio del pasado año en la pequeña ciudad de Rhode Island, con lo que Allen abandona así la tendencia de anteriores trabajos en los que filmaba en ciudades europeas como París y Londres. Por el momento, el actor no ha avanzado que tenga más proyectos en cartera, después de saberse que Marvel no ha podido convencerle para interpretar el papel de «Doctor Extraño».

El detalle

¿Es el misterioso personaje tocado con un sombrero?

Huidizo, inasible, imposible de conocer su rostro. Las obras de Thomas Pynchon son una mezcla de erudición y absurdo con numerosas referencias literarias, históricas, políticas, científicas, musicales y cinematográficas que suscitan entre sus más fieles fans todo tipo de interpretaciones cada vez que publica una nueva novela. A pesar de que con frecuencia se inspira en la historia del cine y de que cita numerosas películas en sus libros, nunca había encontrado un director de cine lo suficientemente osado como para transcribir su narrativa al lenguaje cinematográfico.

El primero en atreverse a adaptar una de sus novelas ha sido Paul Thomas Anderson, quien resta importancia al asunto deciendo que quizá el autor no lo haya aceptado antes. Él que se conforma con que su película «ayude a la gente a descubrir los libros de Pynchon, a ser pacientes para intentarlo».

Pynchon guarda celosamente el anonimato. Sólo hizo una excepción en 2004, prestando su voz al personaje que le representa en la serie «Los Simpson». Cuando CNN le localizó en 1997 obtuvieron una entrevista a cambio de no desvelar su imagen. Al preguntarle por qué se escondía, él contestó que la reclusión «es un código que uso ante la Prensa para decir que ‘‘no me gusta hablar con los periodistas’’». Con el estreno de «Puro vicio» se ha especulado sobre su presencia en la película. Hay quien asegura que es el misterioso personaje tocado de un sombrero que pasa detrás de Doc y Coy Harlingen (Owen Wilson) cuando discuten en el Topanga Banyon. Sin embargo, Paul Thomas Anderson jura que «jamás» se lo ha cruzado. Fíjense, por si acaso.