La princesa Leia nunca muere: volverá en el Episodio IX de «Star Wars»

El cine es una máquina de inmortalidad. Marilyn, de hecho, no ha fallecido del todo. Tampoco Fred Astaire. Basta clicar en una pantalla para que el baile continúe. Lo que no es factible, por el momento, es hacer actuar a un muerto, y durante mucho tiempo lidiar con el fallecimiento de un intérprete en curso ha sido la mayor pesadilla de un productor. Empezando por Marilyn, que se dejó en la mesilla de noche «Something’s Got to Give». Solo rodó 37 minutos a las órdenes de Cukor. El proyecto se quedó en un cortometraje. A Tyron Power se le fue la vida en una escena de esgrima en «Salomón y la reina de Saba», por lo que King Vidor tuvo que comenzar de cero con otro actor y, curiosamente, a Power se le puede ver de fondo en algunos planos generales. Al personaje de Philip Seymour Hoffman, secundario en «Los juegos del hambre», lo cortaron directamente del metraje. El CGI (Imagen generada por computadora) ha abierto un mundo de posibilidades en este sentido. Lo que antes era quimérico ahora está más al alcance de la mano, ya sea en la música (un software desarrollado por españolas ha permitido «resucitar» la voz de Michael Jackson) como en el cine. Con Carrie Fisher, la «resurrección» será más orgánica. La actriz, siempre Leia, que ya participó en «Star Wars: Los últimos Jedi», y que estaba prevista para el Episodio IX antes de su muerte en diciembre de 2016, dejó material de descarte, que será aprovechado para traerla de vuelta a la saga que le dio la fama.

«Encontrar una conclusión realmente satisfactoria para la saga Skywalker sin ella nos sobrepasó –explica el director J.J. Abrams–. Nunca buscaríamos a otra actriz que la reemplazara o recrearíamos al personaje con imágenes creadas en computadora. Con el respaldo y la bendición de su hija, Billie, encontramos la manera de honrar el legado de Carrie y del personaje de Leia en el Episodio IX al usar escenas inéditas que filmamos para el Episodio VII». Ya en el «spin off» «Rogue One», Disney devolvió de entre los muertos, dos décadas después, a Peter Cushing. Ver cómo se consigue que Fisher interactúe con los «vivos» será, seguro, otro buen reclamo para una franquicia que se reinició en 2015 con las miras muy puestas en la nostalgia y el efecto «vintage»: para muchos ver a Harrison Ford, Carrie Fisher y el «Halcón milenario» al ritmo de la inolvidable sintonía de John Williams fue lo más parecido a la magdalena de Proust. Habrá quien vea en esto (a pesar de la aquiescencia de la hija) una macabra explotación del mito de la mujer «de las ensaimadas», como ya fue criticada en su día Natalie Cole por lanzar un disco de duetos con su padre muerto, Nat King Cole. Pero está claro que su aparición en pantalla será aplaudida en los cines de todo el mundo.