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Querejeta se impone al «low cost»

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El jurado del Festival de Málaga, presidido por Joaquín Oristrell, decidió agradecer la presencia de dos directoras consagradas en el certamen con los premios a la mejor película, para Gracia Querejeta por «15 años y un día» (distinguida también por la crítica), y el especial del jurado a Isabel Coixet por «Ayer no termina nunca». La cinta de la madrileña consiguió además los galardones al guión y a la banda sonora original, mientras que la catalana convenció al jurado en el apartado técnico con los premios a la fotografía y el montaje.
La sorpresa de Mario Casas
La sorpresa la dio una producción pequeña, «Stockholm», que logró el de dirección para Rodrigo Sorogoyen, el de actriz, para Aura Garrido (ex aequo con Candela Peña por «Ayer no termina nunca») y el de guión novel.
En una edición, la 16ª, caracterizada por el que ya se empieza a denominar «cine low cost», «Casting», una comedia romántica coral, logró los premios al mejor elenco femenino y masculino en la categoría de reparto. «La mula», basada en la novela de Juan Eslava Galán, presentada a concurso a pesar de los problemas de producción que hicieron que el director, Michael Radford, abandonara el rodaje a pocos días de su final (de hecho en los títulos de crédito no aparece la categoría de director y en el guión en vez de su nombre aparece «anónimo»), le valió a su protagonista, Mario Casas, el premio al mejor actor. Tras años participando en el certamen, el gallego, que encarna a un joven de Andújar en plena Guerra Civil, finalmente ha visto reconocido su trabajo. Sorpresa también con el premio del público «Gas Natural Fenosa». Si tradicionalmente esta distinción recae en una comedia (el año pasado lo logró la arriesgada «Carmina o revienta», de Paco León) este año el galardón fue para el largometraje «Diamantes negros», de Miguel Alcantud, una película que cuenta el drama de los jóvenes africanos que vienen a Europa para triunfar en el mundo del fútbol y cómo al fracasar son abandonados a su suerte por los representantes, dos de ellos encarnados por Guillermo Toledo y Carlos Bardem.
Esta edición se cierra un año más con la incertidumbre de cómo afectará la crisis a la próxima , no tanto por las dudas sobre la celebración de la muestra andaluza, sino como por la calidad y número de películas que podrán concursar dadas las dificultades de financiación en las que se halla inmerso la industria nacional. «Somos como la orquesta del Titanic», acertó a resumir el presidente del jurado.

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