Robin Williams se ahorcó con un cinturón

La investigación preliminar sobre la muerte de Robin Williams determinó que el actor se ahorcó con un cinturón en su dormitorio

La investigación preliminar sobre la muerte de Robin Williams determinó que el actor ganador de un Óscar por "Good Will Hunting"se ahorcó con un cinturón en su dormitorio, según informaron hoy las autoridades del condado de Marin, en el norte de California.

El teniente Keith Boyd, del departamento del "sheriff", indicó en rueda de prensa que el caso sigue abierto y aún pasarán varias semanas hasta que se conozca la causa oficial del fallecimiento del artista.

El cuerpo sin vida de Williams fue hallado poco antes del mediodía del lunes por su asistente, quien tras llamar a la puerta de la habitación del actor sin obtener respuesta, y dada la hora que era, se inquietó y decidió entrar a la estancia para comprobar qué pasaba.

Según relató hoy Boyd, Williams estaba ligeramente suspendido en el aire con un cinturón atado a su cuello por un extremo y el otro enganchado a la parte superior de un armario.

Su cuerpo, frío y en rígor mortis, estaba en una posición que fue descrita como de "sentado".

El oficial reveló además que Williams, que estaba vestido, tenía cortes finos y superficiales en el interior de su muñeca izquierda.

Los investigadores hallaron una navaja cerca de donde se encontraba el actor y observaron que el filo del arma blanca tenía una sustancia seca y roja que "es consistente como la sangre seca".

Boyd insistió en que la causa probable de la muerte del intérprete de "Dead Poets Society"(El club de los poetas muertos) es por ahorcamiento y no por la herida de su muñeca.

"Se desconoce en este momento si el material seco y rojo es, de hecho, sangre o si es la sangre del señor Williams", explicó.

El cadáver de Robin Williams fue trasladado desde el lugar de la muerte hasta el tanatorio del condado de Napa, donde el forense Joseph Cohen examinó los restos y descartó signos de lucha "o altercado físico"antes de su fallecimiento.

Los resultados preliminares del análisis forense apuntaron también a la hipótesis de la asfixia por ahorcamiento como causa de la muerte de Williams.

Aún están pendiente de realizarse las pruebas toxicológicas para conocer si el artista tomó algún tipo de sustancia antes de fallecer, si bien las conclusiones de estos test no se conocerán hasta dentro de entre 4 y 6 semanas.

Robin McLaurin Williams había nacido en Chicago el 21 de julio de 1952 en una familia de clase alta. Siempre estuvo dotado para la comedia, y su madre siempre le animó en ello, aunque decidió estudiar ciencias políticas en la universidad de Claremont. Pero su comicidad pudo con su convicción y ganó una beca para estudiar en la Escuela Julliard en Nueva York, donde pasó tres años bajo la tutela de John Houseman. Regresó a San Francisco antes de graduarse. Su objetivo era convertirse en actor dramático.

Se mudó a Los Ángeles y se convirtió en un habitual en los clubes de comedia, como el Improv y el Comedy Store, hasta dar el salto a la televisión en programas de «prime time»: «Richard Pryor Show» y «America 2-Night». Gracias a su habilidad con la improvisación, su carrera fue meteórica y tras triunfar en los shows de la pequeña pantalla, cautivó al público con su interpretación del entrañable extraterrestre Mork, en la serie de los años 70 «Mork y Mindy». Y de ahí, a la gran pantalla. Su primer papel en el cine fue de la mano de Robert Altman en la decepcionante «Popeye» (1980). En su segunda apuesta, mostró su encanto como un joven escritor en «El mundo según Garp» (1982). A partir de ahí, su carrera se disparó y facturó filmes de enorme éxito comercial, como «El club de los poetas muertos» (1986), «Buenos días, Vietnam» (1987), «El rey pescador» (1991), «Señora Doubtfire» (1993), o «Jaula de grillos» (1996), por las que ganó varias nominaciones al Oscar, algo que logró finalmente como actor de reparto gracias a la interpretación de un psicólogo en «Good Will Hunting «(1997).

También ganó cuatro premios Grammy y varios premios Emmy por sus programas especiales de televisión.

Sin embargo, todo este éxito profesional no se trasladó a su vida personal. Tuvo que afrontar dos complicados divorcios, aunque parecía que había encontrado finalmente la estabilidad con su tercera mujer, Susan Schneider. Problemas con el alcohol y las drogas le llevaron varias veces a centros de desintoxicación. La última, el pasado mes de julio, en un centro de rehabilitación de Minnesota, para recibir ayuda psicológica, si bien sus representantes afirmaron que Williams no estaba consumiendo drogas o alcohol, y únicamente había acudido a la institución para «mejorar y centrarse» tras un calendario de trabajo más largo de lo habitual. Hoy, las autoridades informarán sobre las causas del fallecimiento, tras reunir las pruebas forenses y toxicológicas pertinentes.

Las reacciones tras su muerte no se hicieron esperar y toda la profesión mostró su pena, admiración y respeto ante un actor recordado por su comicidadr y su mirada aniñada llena de humor y verdad.

«Esta mañana, he perdido a mi marido y a mi mejor amigo, mientras que el mundo ha perdido a uno de los artistas más queridos y a un precioso ser humano. Estoy completamente destrozada. Pedimos privacidad durante este momento de profunda aflicción. Esperamos que el foco, mientras es recordado, no sea en la muerte de Robin, sino en los incansables momentos de alegría y risas que dio a millones». Éste es el comunicado de la última mujer de Robin Williams, Susan Schneider (abajo), al conocer la muerte de su marido. Estaban casados desde octubre de 2011. La conoció después de 2009, su peor año. Williams había tenido una recaída y había vuelto a la bebida, se divorció de su segunda mujer, Marsha Grace, y una enfermedad cardíaca le mantenía alejado de las cámaras. Pero tras su operación de corazón, se vio con fuerzas hasta para volver a enamorarse. Schneider, según confiesan en su círculo, le había devuelto la ilusión. Mucho más alta y algo más joven que él (49 años), esta diseñadora gráfica animó a Williams a volver a la comedia. Sus anteriores divorcios fueron muy sonados, y le costaron alrededor de 25 millones de euros, por lo que Williams solía bromear con que no se iba a casar una tercera vez, simplemente regalaría una casa a una mujer que no le gustara. No fue el caso cuando conoció a Schneider y se dieron el «Sí, quiero» en Santa Helena, California. Williams tenía tres hijos de sus matrimonios anteriores. Con Marsha, estuvo casado desde 1989 hasta 2010, tuvo dos hijos. De hecho, Marsha era la niñera de su primogénito con Valerie Velardi (arriba) con quien estuvo casado del 78 al 88.

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