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«Saw 8»: ¿Aún quieren jugar?

«Saw 8»: ¿Aún quieren jugar?
«Saw 8»: ¿Aún quieren jugar?larazon

Pues no hace tanto que empezaron a rodar las piezas de este horripilante puzzle aunque la franquicia entregue ya su octava ración de violencia extrema y mutilaciones sanguinolentas.

Director: M. Spierig y Peter Spierig. Guión: P. Goldfinger, J. Stolberg, J. Wan y L. Whannell. Intérpretes: T. Bell, Ma. Passmore, C. Bennett. EE. UU.-Canadá, 2017. Duración: 91 minutos. Terror.

Pues no hace tanto que empezaron a rodar las piezas de este horripilante puzzle aunque la franquicia entregue ya su octava ración de violencia extrema y mutilaciones sanguinolentas. Exactamente, fue en 2004 cuando el retorcidillo James Wan («Insidious», los dos «Expediente Warren», canela fina) dejaba al público menos curtido en el gore con el estómago revuelto por culpa de «Saw», o la historia de un par de tipos sometidos a los refinados desmanes del cruel Jigsaw. Pues bien,siete años después de estrenar la penúltima cinta de la saga y con una sonada polémica a las espaldas (en España, la sexta fue clasificada X, o sea, solo apta para proyectarse en cines porno), Jigsaw ha vuelto. Esta vez son cinco las personas que deben enfrentarse a los juegos macabros y mortales como castigo por los delitos que cometieron en el pasado. Mientras tanto, un científico forense trata de capturar al asesino cuando aparece el primer cadáver, que, debajo del cubo con que lo encontraron, solo tiene media cabeza intacta. Adivinen quién lo hizo. El festín de miembros triturados, muertes dantescas y giros imprevisibles del chorreante guión (que alguno, no obstante, podía estar imaginando) no ha hecho más que comenzar, aunque la salvaje y refinada pureza de la cinta original parezca no importarle a nadie desde hace tiempo. Al menos, ésta la podrán «disfrutar» los mayores de 18 años en la sala de la esquina. Si tienen valor.

LO MEJOR

Que, para los numerosos fans de la saga, es una entretenida nueva ración de violencia desmadrada

LO PEOR

A veces, es mejor una digna retirada a tiempo que estirar más un chicle a punto de romperse