Una gran sorpresa
La película griega “Love Me Not”, de Alexandros Avranas, ha constituído una inesperada sorpresa por lo bien que lo hemos pasado viéndola. Un comienzo en el que un matrimonio contrata a una madre de alquiler. Todo muy normal, hasta que con un ritmo magnífico, la historia se va complicando, con excelentes sorpresas bien graduadas, hasta convertir el relato en un “thriller”, que deriva en verdadero salvajismo. Película muy recomendable a la que deseamos un efectivo estreno.
La segunda y extraña película, la rumana “Pororoca”, de Constantin Popescu, con una duración que sobrepasaba las dos horas y media, y aún podría durar mucho más, aunque en veinte minutos habría podido contar la misma historia. Un matrimonio con dos hijos pequeños, pierde en un parques a su niña de cinco años. La búsqueda de esa niña constituye todo el argumento, con planos fijos de eterna duración en los que no sucede absolutamente nada, para pasar a primeros planos donde hablan sin parar... Lo curioso es que el film contiene una cierta fascinación, en vez de aburrir indiscriminadamente llega a interesar aunque sea la negación del cine. Sorpresa final incluida.