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Will Smith, un genio que rapea

El popular actor ha echado mano de sus recursos en la época de «El príncipe de Bel Air» para su mágico personaje en el «remake» en carne y hueso del clásico de Disney «Aladdin».
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El popular actor ha echado mano de sus recursos en la época de «El príncipe de Bel Air» para su mágico personaje en el «remake» en carne y hueso del clásico de Disney «Aladdin».
«Aladdin» es la nueva apuesta de Disney en su proceso de convertir clásicos animados en películas con personajes de carne y hueso. Una idea que, de momento, les ha traído unos resultados variopintos. Mientras que «La Bella y La Bestia» (2017) fue un éxito absoluto de taquilla, «Dumbo», estrenada hace apenas dos meses, no ha alcanzado las expectativas. El filme ni convenció a los críticos ni al público.
Según predicen varias publicaciones «online», Aladdin se va a quedar a medio camino entre ambas. Disney augura que generará en el primer fin de semana, que incluye la fiesta del Memorial Day, que cae en lunes, unos 80 millones de dólares, cantidad que difiere de la predicción de Box Office que predice unos 70 millones de dólares de recaudación, muy por debajo de los 174 que logró el «remake» de «La Bella y la Bestia» en su estreno.
El encargado en esta ocasión de dar vida al genio es el archifamoso Will Smith, un peso pesado en Hollywood. El actor, conocido internacionalmente por sus interpretaciones en «El príncipe de Bel Air», «Independende Day» o «Men in Black», explicó recientemente en el show de Ellen Degeneres que tuvo dudas a la hora de aceptar el papel debido a lo bien que lo hizo Robin Williams (que puso la voz en la versión animada). «Él metió su esencia de tal manera en el personaje animado que me pareció que sería imposible superarlo. Pensé que yo podría a lo mejor utilizar al príncipe de Bel Air como inspiración y ser así capaz de crear algo novedoso –explica Smith–. Es el primer proyecto que hago desde aquella serie que me permite cantar, rapear, bailar y hacer comedia, todo en uno. Lo he disfrutado».
Puesta al día
El «remake» está dirigido por el director inglés Guy Ritchie («Snatch, cerdos y diamantes»). Cuando éste se comprometió a dirigirla lo primero que se le pasó por la cabeza fue que la historia necesitaba ponerse al día, sacudir el polvo que se podía haber acumulado estos años. Para el director de «Sherlock Holmes», el personaje de la princesa Jasmine era quizás la que más necesitaba renovarse. Naomi Scott («Power Rangers»), fue la elegida por el británico, no por cantar mejor que las otras aspirantes, sino simplemente por su «generosidad y entusiasmo». Menna Massoud, el actor de origen egipcio pero criado en Toronto, se llevó el premio gordo al ser elegido para interpretar a Aladdin. Para Massoud trabajar junto a Ritchie ha sido un honor: «Guy tiene una visión muy específica en su cabeza sobre lo que quiere hacer, pero al mismo tiempo confía en los actores plenamente, lo cual es de agradecer», afirma.
Habrá que esperar a su estreno para ver si la audiencia alberga la misma ilusión que los participantes del filme. Lo que sí parece quedar bastante claro es que superar al maestro Robin Williams y su elástico, flexible y verborreico sentido del humor no es tarea fácil. Según «Variety» le ha costado buena parte de un siglo al estudio Disney construir uno de los catálogos de películas animadas más valiosos de la historia, y menos de una década en dilapidarla con «remakes» innecesarios. Filmes que, según la revista, no aguantarán el paso del tiempo como lo han hecho los originales. Aún así, todavía cabe la esperanza de que la «major» por excelencia recobre la senda marcada hace dos años con «La Bella y La Bestia». Eso sí, las comparaciones entre los clásicos de nuestra infancia y estos cuentos remozados, seguirán siendo inevitables. A veces incluso odiosas.

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