Juicio del "procés"

Cómicos contra el Supremo que no han hecho gracia

Santi Millán y José Corbacho, entre otros, criticaron la sentencia del Supremo. Con las calles incendiadas, otras voces piden prudencia y moderación también al mundo de la Cultura

José Corbacho y Santi Millán, en la gala de los Goya de 2008 / Javier Fdez.-Largo
José Corbacho y Santi Millán, en la gala de los Goya de 2008 / Javier Fdez.-Largolarazon

Santi Millán y José Corbacho, entre otros, criticaron la sentencia del Supremo. Con las calles incendiadas, otras voces piden prudencia y moderación también al mundo de la Cultura.

Normalmente salen en las revistas por cuestiones más livianas, al cabo el “couché” es el papel que nos limpia el corazón de tanto barullo, pero en esta ocasión se han puesto serios. No es la primera vez que se significan políticamente. Y tienen todo el derecho del mundo. Pero con el apoyo a los presos del “procés” para algunos han dado un paso más allá, sobre todo a la vista de las consecuencias violentas que la sentencia ha provocado en las calles. Una cosa es criticar las medidas de un Gobierno, siempre a los de centro derecha, o los pocos avances que se han logrado en la lucha del cambio climático, y otra ponerse frente a una sentencia del Tribunal Supremo, de la que por supuesto también se puede discrepar que para eso está la libertad de expresión. De hecho, los que consideran que el fallo ha sido blando también lo hacen.

A esa libertad se acogieron, entre otros actores, Santi Millán y José Corbacho, que han seguido su carrera en cine o televisión pero que ya quedaron marcados por el estigma de los premios Goya. Corbacho fue presentador de la gala cuando se trataba de despolitizarla después del “No a la guerra” (con escaso éxito y más bien poca gracia) que provocó el boicot al cine español de parte de su público natural. Parecía que aquellas salidas de tono tan criticadas entonces ya habían caído en el olvido. Los espectadores volvieron a las salas. Incluso la última cinta de Amenábar, que arrancó con polémica por tratar de nuevo la Guerra Civil en pleno debate de la memoria histórica, ha conseguido el favor del respetable además del de la crítica.

La tregua puede acabar. No han sentado nada bien a parte de su público las impresiones que han dejado en Twitter. Así, el barcelonés Santi Millán (51) subió a la red una imagen negra y el siguiente texto. “13, 12, 11, 10, 9... No es una cuenta atrás sino un ajuste de cuentas”. Millán colabora actualmente en el programa de de Telecinco “Got talent” en el que actúa de presentador con su característico toque humorístico tan celebrado y que aporta buenos datos de audiencia. En la página de la cadena se subraya que comparte su vida con su mujer Rosa y sus hijos Marc y Ruth, y en las entrevistas ha dejado buena muestra de su pasión por el deporte extremo. El que fuera uno de los protagonistas de la serie “7 vidas” no esconde su relación de amistad con Raül Romeva, encargado de internacionalizar el “procés”, a quien visitó en la prisión de Lledoners. Tras aquel encuentro aseguró que la experiencia había sido “potente”.

El cómico José Corbacho (53) ha resultado poco gracioso en esta ocasión incluso para sus seguidores. “Me siento triste. Por ellos, por sus familias y por sus amigos, y lo peor de todo es que las cosas no van a mejorar con esta decisión”, escribió, y se despedía con este colofón: “En dol i em sap greu. Quina merda” (me duele y me sabe mal, vaya mierda). Santi Millán y Corbacho coincidieron en la compañía La Cubana. El segundo lleva casado 14 años con su mujer Mónica

Menos llamativa ha resultado la reacción de Carlos Bardem (56), hermano de Javier Bardem, por el apego de la saga a las causas políticas. Bardem llegó más lejos que sus compañeros porque sugirió que el Supremo era una herencia franquista: “La sentencia del procés evidencia que el franquismo dejó atado y bien atado el asunto judicial. Penoso. Peligroso”.

La cómica Silvia Abril, mujer de Andreu Buenafente, también utilizó el cuadrado en negro, mientras que el profesor de la academia de Operación Triunfo Manu Guix prefirió el mensaje “Quina puta merda”. Sus mensajes también han teñido miles de retuits de apoyo.