Crítica de "Godzilla y Kong: el nuevo imperio": nos quedan batallas monstruosas para rato ★★★
Director: Adam Wingard. Guion: Terry Rossio, Simon Barrett, Jeremy Slater. Intérpretes: Rebecca Hall, Dan Stevens, Kaylee Hottle, Brian Tyree Henry. Estados Unidos, 2024. Duración: 115 minutos. Acción.
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Dirección: Adam Wingard. Guion: Terry Rossio, Simon Barrett, Jeremy Slater. Intérpretes: Rebecca Hall, Dan Stevens, Kaylee Hottle, Brian Tyree Henry. Estados Unidos, 2024. Duración: 115 minutos. Acción.
Bienvenidos de nuevo al «MonsterVerse», a una nueva y generosísima ración de luchas cuerpo a cuerpo entre gigantescos titanes, al descomunal destrozo de ciudades como El Cairo o Sao Paulo, es el precio a pagar para que estos dos «guardaespaldas» defiendan el mundo de los enemigos que la acechan cada cierto tiempo, y por la puerta grande. Porque esta vez tampoco se dan un respiro. Tras su último y no menos mayestático enfrentamiento, el bueno y musculoso de King Kong y el, recordemos que en su origen, monstruoso dinosaurio mutante japonés llamado Godzilla (solamente por ver a esta criatura «descansando» entre un palizón y otro dentro del Coliseo romano ya tiene la película gracia) vuelven a verse las caras para comprobar sus excelentes formas físicas, aun cuando el enorme y carismático simio acabe un tanto maltrecho esta vez y con un diente menos, para, unidos, salvar al mundo, que peligra por culpa de una desconocida y amenazadora criatura. Ambos personajes se alían, pues, para que el orbe salga sano y salvo de tamaña trifulca, y para ello deben trasladarse a la Tierra Hueca mientras en la pantalla se suceden en estupenda maraña (aunque el tema digital cante demasiado en varias escenas) las trifulcas sin fin también entre simios, pero no del mismo tamaño, y hace una aparición estelar otro memorable «kaiju» (palabra nipona que significa «bestia extraña»), Mothra, el majestuoso monstruo polilla. Un filme, no obstante, donde vuelven a «sobrar» los humanos y sus chistecitos a medio cocer que, en numerosas ocasiones al ritmo alocado de un videojuego, eclosiona finalmente en una batalla de alta graduación y bastante influida por el manga. Resumiendo, que King sigue ganando en carisma (a ver si encuentra por fin novia, por pedir que no quede) y que los espectadores en esta semana de Pasión pasarán un buen rato con este par de no menos apasionados protagonistas. Hasta pronto, bellos monstruos.
Lo mejor: las peleas entre ambos protagonistas y otras con simios de distintas corpulencias
Lo peor: pues que nos siguen sobrando escenas con humanos y, sobre todo, sus chistecitos