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Contraucltura

Sinofuturismo: El odio a Trump santifica al demonio Xi Jinping

Mientras el presidente de Estados Unidos sufre un constante linchamiento, apenas se habla del inquietante imperio que forja el mandatario chino

FILE - A Chinese flag flies from a ship at the Port of Oakland on Tuesday, April 15, 2025, in Oakland, Calif. (AP Photo/Noah Berger,File)
El sinofuturismo es un término que describe una visión del futuro centrada en China y su desarrollo tecnológico,ASSOCIATED PRESSAgencia AP

La gran polémica geopolítica de los últimos días ha sido la decisión del gobierno de Pedro Sánchez de instalar en La Moncloa cuarenta cámaras de seguridad de la empresa china Hikvision, vetadas por Estados Unidos y la Unión Europea por motivos de seguridad. Interior, Hacienda y otros ministerios, así como la empresa pública Renfe, han adjudicado contratos a Hikvision mientras el Parlamento Europeo, Canadá y Reino Unido la prohibían. Estados Unido vetó su instalación en la Casa Blanca 2019 y tres años después decretó la importación de equipo Hikvision y Dahua «por presentar un riesgo inaceptable». La decisión del Gobierno español dificulta que aliados tradicionales de España compartan con nosotros información sensible. Además se ha desvelado que Interior obligó a comprar tecnología del gigante chino Huawei para el control de fronteras.

Esto es solo un síntoma de una enfermedad mayor: mientras muchos políticos, periodistas y humoristas españoles tratan a Donald Trump con abierta hostilidad, apenas circulan por la esfera pública cuestionamietos, bromas o análisis sobre Xi Jinping, líder del régimen autoritario más poderoso del planeta. Trump es un presidente escogido en las urnas con casi todo el sistema mediático en su contra, mientras Xi es un déspota implacable, que desde 2017 tiene prohibida en el país la circulación de imágenes de Winnie The Poo para que no se hagan chistes con el parecido que muchos le atribuyen. ¿Pagaremos la ingenuidad de tratar a China como algo exótico, lejano e inofensivo?

Xi es un déspota implacable: ha prohibido a Winnie The Poo para que no le comparen con él

Ningún país del planeta se lleva tan bien con las dictaduras como China. Su relación con el despiadado nigaragüense Daniel Ortega es excelente, se ponen del lado de Cuba en todos sus intereses y conceden a Venezuela préstamos por valor de 60.000 millones, que permiten a Nicolás Maduro sentirse tranquilo y estable, a pesar de la presión internacional. Lo único que les ha faltado es el poder de seducción cultural. No se conocen apenas grandes escritores, directores o artistas chinos, pero su poder simbólico ha ido creciendo desde el éxito de las olimpiadas de Pekín en 2008, el arrase global de TikTok y la expansión de corporaciones globales como Huawei.

Más de moda que nunca

Hoy está más de moda que nunca el sinofuturismo, la intuición que no se puede pensar el próximo milenio sin la hegemonía del país de Mao Tse-Tung. Ahora no solo vencen en las cifras de población: «En China el futuro está en todas partes. Desde muestras de pintura que combinan arte y tecnología hasta documentos oficiales que establecen objetivos medio y largo plazo, los debates sobre ciencia e innovación se repiten en universidades, think tanks y galerías de arte. Está claro: la población, que vivió el cambio económico más acelerado de la historia y que vio sus ingresos multiplicados por diez en veinte años, sueña con el porvenir. Un porvenir en el que China ostenta el liderazgo geopolítico y tecnológico», advierte el profesor argentino Salvador Marinaro, que imparte clase en la universidad de Fundan (Shangai), además de ejercer como coeditor de la revista anual «Chop Suey».

En España, apenas circulan por la esfera pública bromas o análisis sobre el líder asiático

Mientras nos asustamos de Trump, con sus exabruptos, deportaciones y aranceles, China trabaja sin pausa y de manera callada en controlar el futuro. ¿Sabían ustedes que existe un Silicon Valley chino que hace dos décadas era una modesta ciudad de pescadores con 20.000 habitantes y hoy es un potente núcleo urbano donde trabajan y estudian diez millones de personas? Se llama Shenzen y este mismo año organizó en Pekín la mayor conferencia de la historia sobre Inteligencia Artificial, con mil ponentes de primer nivel venidos de cien países. Muchos hiperventilan contra las decisiones de Trump, pero es otra potencia discreta nos come la tostada del futuro.

Uniendo cultura y control social, China se ha convertido en la gran amenaza fantasma. En primavera de 2024, unos investigadores ecuatorianos descubrieron una comisaría ilegal de la policía china en Quito. Se calcula que existen unas 110 de estas estructuras policiales ilegales en 57 países, según la organización Safeguard Defenders, que publicó un completo informe en septiembre de 2023. Estos centros de policía se camuflan como oficinas de ayuda a los migrantes chinos pero tienen otro trabajo: amenazar y callar a los expatriados que están en desacuerdo con las políticas del gobierno de Xi. Otros países donde se han identificado este tipo de estructuras son Argentina, Brasil, Chile, Perú, Colombia y Panamá. ¿Qué más sorpresas quedan por descubrir?