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Estreno

Crítica de "Valor sentimental": la familia, ese extraño planeta ★★★ 1/2

Director: Joaquim Trier. Guion: Joachim Trier, Eskil Vogt. Intérpretes: Renate Reinsve, Elle Fanning, Stellan Skarsgård, Inga Ibsdotter Lilleaas. Noruega, 2025. Duración: 135 minutos. Drama.

Un fotograma de "Valor sentimental" Imdb

Parece que esta será la historia de una casa, en la mejor tradición de las sagas familiares, nórdicas (“Fanny & Alexander”) o no, en las que, generación tras generación, el pasado se acumula como capas de polvo sobre cartas nunca abiertas, fotos color sepia o diarios íntimos que, finalmente, revelan su contenido, que es el que da la razón a Tolstoi. No hay nada malo en que “Valor sentimental” vuelva a demostrar que todas las familias infelices se parecen, solo que a veces el parecido es en exceso previsible.

Con su elegancia habitual, el noruego Joachim Trier presenta un escenario que podría recordarnos a Bergman, pero también, creemos que con más intensidad, al Allen dramático, el de “Otra mujer” o “Interiores”. La película es inusualmente franca en sus planteamientos, porque lo que sabemos en los primeros minutos de proyección será el corazón del conflicto: una actriz con provisional pánico escénico que no quiere aceptar la propuesta de trabajo de su padre, un director de cine que quiere volver a rodar con un filme que podría ser semiautobiográfico, con su hija como protagonista encarnando a una madre suicida.

Padre ausente, exigente, hipercrítico; hija sensible, ciclotímica, alérgica al compromiso. El cine que imita a la vida para o hacerla más habitable o más hostil, un refugio o un espacio para la expansión del trauma. Trier desarrolla esa dinámica familiar de atracción y rechazo con notable oficio, apoyándose en la excelente interpretación de Renata Reinsve y Stellan Skarsgard. No obstante, da la impresión de que esta es una película que ya hemos visto. Lo mejor de “Valor sentimental” no está en el elusivo pero insistente eje emocional constituido por esa relación paternofilial, sino en los personajes que orbitan a su alrededor, que están en los márgenes de su distancia emocional.

Nos interesa más, por tanto, la perspectiva sobre la herida que aporta esa hermana menor, que fue niña prodigio en una película paterna, y que ahora intenta ser la persona más normal del mundo convirtiéndose en el cemento conciliador de la familia, o la de esa actriz norteamericana que quiere ser tomada en serio, y que pone todo el corazón en ello (Elle Fanning, la más conmovedora del reparto), incluso a riesgo de perderse en el enigma de una familia que le parece un planeta extraño.

Lo mejor:

Despliega con elegancia una trama que nos resulta muy familiar, gracias sobre todo a un muy notable trabajo actoral.

Lo peor:

Es más fría de lo que debería, y el trauma paternofilial nos parece demasiado remoto.