Ester Bellver presenta en el Fernán Gómez un «Réquiem» tras la pérdida de su padre

Ester Bellver presenta en el Fernán Gómez un «Réquiem» en el que cuenta la experiencia que le acercó a su padre después de años a la gresca.

Lamenta Ester Bellver que «Réquiem» solo tenga dos semanas y media en cartel, «ya que mis montajes empiezan a funcionar con el boca a boca a las tres semanas». Aunque tampoco es algo que la deje sin dormir porque sabe que el texto «funciona». Así lo certifica que estuviera en la lista previa de los nominados a los Max 2018 –que no en la de los finalistas que pasan a la gala de Sevilla del 18 de junio– y la apuesta que ha hecho por ella –autora, directora e intérprete– el Fernán Gómez, donde estará desde hoy al 27 de mayo.

Bellver se abre en la pieza para contar la experiencia que le acercó a su padre después de años a la gresca. Era el momento en el que éste agonizaba en el hospital, pero de ello la actriz supo «ver el lado luminoso y bonito», explica: «Fue mucho tiempo de una relación difícil, pero entonces la situación límite nos llevó a descubrirnos. Un encuentro corazón a corazón en la que te pones en su miserias, porque hasta entonces cada uno habíamos ido por nuestros lado. Se nos cayó la máscara que llevábamos y compartimos profundas reflexiones, recuerdos, chistes canciones, dolores...». Mientras ocurría aquello, Bellver escribía «para dejar salir las emociones sobre el papel». Así, el otro momento que completó el montaje fue «el vaciado de su casa». Encontrarse con un pasado olvidado y con secretos de un padre que ni sospechaba, «una maravilla de descubrimiento», puntualiza.

Todo ello, sus escritos, sus pensamientos, fueron plasmándose en un muro de Facebook, o como lo llama la aquí protagonista: «Un escenario», que fue creciendo hasta convertirse en la obra que es hoy. Una pieza «de recuerdos, ternura y emoción» que parte de un caso concreto para «llegar a todos. Aquí el público llora y ríe», reconoce. Porque «Réquiem» habla de la muerte sin entenderla como un tabú –«desde mi primer contacto con ella, cuando mi padre mató a los gatitos en el pueblo», comenta– y por ello Bellver ya prepara el camino para otro dolor: «El final es el inicio de otro viaje con mi madre».