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José Caballero, un artista que busca su sitio en el Reina Sofía

José Caballero fue uno de los grandes de la vanguardia artística española surgida en los años 30. Ahora que se sabe que él es el autor de un dibujo que hasta ahora se había atribuido a Dalí se plantea seguir trabajando en el estudio de su obra pictórica.
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  • Víctor Fernández está en LA RAZÓN desde que publicó su primer artículo en diciembre de 1999. Periodista cultural y otras cosas en forma de libro, como comisario de exposiciones o editor de Lorca, Dalí, Pla, Machado o Hernández.

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José Caballero fue uno de los grandes de la vanguardia artística española surgida en los años 30. Ahora que se sabe que él es el autor de un dibujo que hasta ahora se había atribuido a Dalí se plantea seguir trabajando en el estudio de su obra pictórica.
Desde ayer el dibujo «Composición surrealista» de Salvador Dalí no aparece en el catálogo que en internet tiene el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. A raíz de la información publicada ayer por este diario, el museo ha decidido retirar la ficha para cambiar su autoría que pasará a ser de José Caballero. De esta manera el museo pasará a engrosar su modesta colección de obras de este artista, uno de los grandes maestros de la vanguardia artística surgida en los años republicanos, además de colaborador de varios escritores, muy especialmente Federico García Lorca y Pablo Neruda. Precisamente de la primera colaboración de Caballero con el de Granada hay rastro en el Reina Sofía con uno de los figurines que el pintor realizó para la puesta en escena de las canciones populares realizadas y armonizadas por García Lorca.
«No es un pintor que esté muy presente en el Reina Sofía», explicaba ayer a este diario María Fernanda Thomás de Carranza, viuda de José Caballero. «Es una presencia que casi no es, por no decir nula», dijo. A este respecto, Thomás de Carranza subraya que en el museo madrileño no hay obra de su marido posterior al final de la guerra, con la excepción de una pieza de 1948. Es decir, del José Caballero matérico y fascinado con la abstracción no cuelga ninguna pintura. Todo se reduce a su etapa surrealista de los años 30, tan cercana a la lírica lorquiana, incluso en el dibujo que ahora sabemos que realizó él y no Salvador Dalí.
Precisamente este último punto, el de la atribución, no estará totalmente solventado hasta el próximo mes de febrero, cuando éste sea uno de los temas tratados por el patronato del Reina Sofía. Por el momento los conservadores de la institución ya trabajan en un informe que aborda la evidencia de que José Caballero es el autor del dibujo con número de registro DE01568 en las colecciones de esta institución. Todo ello realizado con la colaboración directa de la Fundació Gala-Salvador Dalí de Figueres.
Pruebas contundentes
El director del Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, en conversación con este periódico, reconoció que «esto no es algo muy habitual en un museo de arte contemporáneo porque las atribuciones vienen directamente del artista». El dibujo ha sido expuesto en numerosas ocasiones, pero curiosamente no formó parte de la gran antológica que sobre Dalí pudo verse tanto en el Centro Georges Pompidou de París como en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. La pieza fue estudiada, pero finalmente se descartó su presencia en esta gran exhibición en la que se reunieron unas 200 obras del genio surrealista. Borja-Villel aseguró que los argumentos presentados por este diario sobre la autoría de Caballero «son contundentes. No hay dudas». Asimismo, fuentes del museo madrileño consultadas por este diario aseguran que el dibujo se expondrá cuando se encuentre el contexto adecuado dentro del discurso museográfico del centro. Borja-Villel reconoce que las críticas de María Fernanda Thomás de Carranza están fundamentadas y estamos hablando de un museo del que no se tienen tantas obras como serían deseables. El dibujo citado anteriormente relacionado con las canciones de Lorca es un depósito temporal de la Fundación Argentinita y Pilar López, mientras que la excepcional composición «Exámenes de verano» es una donación realizada por Ifema (Institución Ferial de Madrid) de 1997. El resto son adquisiciones del centro, aunque permanecen en los almacenes del museo, con la excepción de la una obra sobre papel realizada en 1937 o 1938 y que remite a las colaboraciones de Caballero con la revista «Vértice».
Esta obra, que Borja-Villel califica como «casi de Dalí», contiene curiosamente algunos elementos que recuerdan al dibujo hasta hace poco atribuido a Dalí, como es el tema de la cabeza cortada, además de las pequeñas gotas de sangre que podemos ver en el personaje principal de esta pintura. Según Paloma Esteban Leal, conservadora jefe del departamento de pintura entre 1881 y 1940 del Reina Sofía, en este cuadro tenemos «un soldado con su casco roto se enfrenta a un ángel monumental, recreación de los que el pintor había dibujado para ilustrar el “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías”, de Federico García Lorca. Prosiguiendo con los elementos simbólicos, unos alfileres de cabeza negra atraviesan, en representación de la muerte, parte de una horadada osamenta, situada junto a una gran caracola. Según un boceto previo, Caballero debía titular a esta composición “Ha ganado el ángel”, leyenda con la que el pintor se mostró en desacuerdo, sustituyéndola por la más neutra de “Número extraordinario”, que figura en la filacteria de la zona inferior de la obra». Esta pieza se expone en la actualidad en la llamada sala «Identidades y escenarios para un nuevo régimen», en la que se recogen trabajos de artistas que se quedaron en España tras el final de la Guerra Civil, como Adriano del Valle, Rafael Zabaleta, Edgar Neville, Enrique Herreros, José Ortiz Echagüe Puertas y Carlos Sáenz de Tejada. A este respecto, el cuadro de Caballero fue uno de los protagonistas de la exposición «Campo cerrado» que analizaba este controvertido tiempo dañado por las heridas bélicas.
Thomás de Carranza lamenta que un pintor de la calidad de Caballero todavía no haya protagonizado una gran retrospectiva, una asignatura pendiente que se extiende hasta otros nombres como son los de Maruja Mallo, Remedios Varo o Esteban Francés. Borja-Villel admite que Caballero se merece una exposición importante. «No lo descartamos y está en la reserva. Es una figura compleja y es difícil quedarse solamente con un Caballero, es decir, o con el de los años 30, con el de la abstracción... Pertenece a una generación extraordinaria. De hecho, no existe una tan potente en la historia del arte español del siglo XX porque son un grupo que surge de la nada», declaró el director del centro de arte.
Neruda y Huelva
La lista de museos con obras originales de José Caballero es actualmente más que importante. Por ejemplo, en el Museo del Teatro de Almagro se puede contemplar el cartel original que realizó con Juan Antonio Morales para el cartel de «Yerma» de Federico García Lorca en 1934. Las diferentes casas museos de Pablo Neruda albergan algunos tesoros de la colaboración que mantuvieron el Premio Nobel chileno y el pintor español, una amistad que se remonta a la estancia del poeta en el Madrid republicano. Es en Huelva, la tierra de Caballero, donde se guarda una de las mejores colecciones de su producción en el Museo Provincial de esta localidad. El Museo Reina Sofía confía en el futuro en poder ampliar sus colecciones de José Caballero con la adquisición de más pintura de este artista.
«No hay dudas sobre la autoría»
Manuel Borja-Villel aseguraba a este diario que no hay dudas sobre la autoría de José Caballero. Cuando la semana pasada LA RAZÓN fue al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía acompañado de María Fernanda Thomás de Carranza, llevó una serie de ejemplos de trabajos de Caballero para demostrar que él era el autor del dibujo titulado «Composición surrealista», atribuido a Salvador Dalí. Entre esas obras destaca la composición titulada «Café-Bar», reproducida en la página anterior, donde se hace evidente que las formas de las manos de los personajes, así como los ojos y los labios de éstos son muy parecidos a los que encontramos en el dibujo que llegó al Reina Sofía en 2003. Ese tema de las manos cortadas también fue presentado como reiterativo en el Caballero de los años 30, tan vinculado con Lorca, algo que surge en esta dedicatoria que el pintor realizó en un ejemplar de «Llanto por Ignacio Sánchez Mejías» para el poeta sevillano Joaquín Romero Murube.
En lo que no parece existir mucho consenso es en la posibilidad de que Federico García Lorca colaborara con Caballero en el dibujo del Reina Sofía. Uno de los ejemplos presentados por este diario al museo madrileño fue este dibujo original del poeta granadino de unas manos cortadas: la manera de hacer las sangrientas gotas recuerda bastante a las que vemos en «Composición surrealista». Es otro asunto que merece ser estudiado con mucho más detalle.