La danza más rompedora inunda Viena
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Viena acoge desde hoy la trigésima edición del Festival ImPulsTanz, en el que miles de bailarines y coreógrafos se reúnen para estudiar, debatir, enseñar y poner sobre el escenario arriesgadas propuestas de baile contemporáneo.
Viena acoge desde hoy la trigésima edición del Festival ImPulsTanz, en el que miles de bailarines y coreógrafos se reúnen para estudiar, debatir, enseñar y poner sobre el escenario arriesgadas propuestas de baile contemporáneo.
Para inaugurar el festival esta noche, el festival ha programado la actuación de la española Marta Navaridas y del austríaco Alexander Deutinger, que interpretarán una obra titulada "Speaking of Which"con la que pretenden conectar conceptos abstractos como física, filosofía y teología.
El público se encontrará con dos personas ataviadas con "trajes cósmicos"que están mirando una pantalla y, mientras se ven a ellos mismos bailando en esta pantalla, reflexionan sobre las preguntas más transcendentales (quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos), explicó Navaridas a Efe.
"La obra tiene textos complejos, aunque tiene mucho humor. No es una obra muy convencional, tiene un formato muy experimental", cuenta Navaridas, que afirma estar "muy orgullosa"y "contenta"de que la hayan invitado a asistir con un número de producción propia.
Hasta el próximo 11 de agosto, además de numerosas actuaciones, tendrán lugar todo tipo de proyectos de enseñanza e investigación y talleres.
"La oferta de cursillos de este festival es impresionante, hay pocos festivales que tengan tanta oferta", explica Navaridas, una bailarina vasca afincada en Austria, que participa en el ImPulsTanz desde 2009.
El festival dispone de un programa de becas que selecciona a 60 bailarines de entre un millar de solicitantes para ayudarles a mejorar su formación artística.
Así, aquellos que consiguen la beca tienen la oportunidad de permanecer un mes en Viena, alojados en residencias de estudiantes y con los gastos pagados, para aprender de los mejores profesores y asistir a todos los cursillos que deseen de forma gratuita.
Una de las características del festival ImPulsTanz es que aúna tanto a docentes o bailarines consagrados como a gente joven y ambiciosa, que aporta creatividad y que tiene muchas ganas de aprender, cosa que, según ella, "no es muy usual".
Este acontecimiento, inaugurado por primera vez en 1984, es una de las muestras de danza más populares en el Viejo Continente.
Atrae año tras año a decenas de miles de personas que llegan desde todos los rincones del planeta para actuar y para aprender de los mejores profesionales.
"Se ha dado una tendencia ascendente en el número de visitantes durante los últimos años", detalla a Efe Bettina Lukitsch, la responsable de prensa, y añade que, mientras que en 2011 la cifra total de visitantes rondó los 102.500, en 2012 llegó a 106.000.
En esta edición hay planeadas más de 100 actuaciones de unos 60 artistas y compañías procedentes de más de 80 naciones, además de figurar en el programa unos 200 cursos impartidos por más de 120 docentes y coreógrafos de danza reconocidos internacionalmente.
Por eso, en esta muestra tienen cabida todo tipo de formas de baile o movimiento: desde el yoga hasta las modalidades del "buto", originario de Japón, del hip-hop o del "street dance", pasando por danzas para personas con movilidad reducida o enseñanzas para aficionados.
"Esta será la mayor edición del festival en 30 años", añade Lukitsch, quien espera que esta edición alcance una nueva cifra récord de visitantes, sumando a los participantes y a los asistentes como público.
Los organizadores del evento suelen cooperar con los escenarios más importantes de la capital austríaca, tales como la Ópera Estatal, el Burgtheater, el céntrico Barrio de los Museos, o el Volkstheater, de modo que las infraestructuras para las actuaciones están garantizadas.