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Lentillas «high tech»: Pagar una compra con un parpadeo

Los ojos ya no son la ventana al mundo, sino un medio para retratarlo, controlar nuestra salud y comunicarnos con los demás.
larazon
  • Estudió periodismo en Buenos Aires Argentina. Allí comenzó su trabajo en el área de divulgación como jefe de sección en la revista Muy Interesante durante cinco años. En España ha trabajado en Muy Interesante, Clio, Psychologies, Quo, National Geographic. Ha colaborado con RNE y con el podcast de Muy Interesante. Ha escrito 3 libros de divulgación y cinco de literatura infantil que se han traducido a varios idiomas. Lleva 15 años en La Razón escribiendo sobre ciencia y tecnología

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Los ojos ya no son la ventana al mundo, sino un medio para retratarlo, controlar nuestra salud y comunicarnos con los demás.
En la última década, el aumento en la demanda de dispositivos portátiles inteligentes y conectados ha aumentado más de un 10 por ciento anual. De acuerdo con un estudio realizado en 2019 por Market Research Future, este mercado alcanzó los 8 mil millones de euros en 2023 y seis años más tarde ya roza los 15.000 millones. La mayor parte de ellos están vinculados a las lentillas. Hasta 2016 las lentillas se utilizaban con exclusividad en la industria óptica: trataban trastornos y problemas de la vista y la gran novedad era que podían detectar los niveles de glucosa y colaborar en la detección de la diabetes. Y eso era todo. Hoy esas cualidades parecen exiguas al lado de lo que son capaces de hacer las lentillas actuales, los dispositivos conectados e inteligentes tan comunes como los teléfonos móviles diez años atrás.
En 2016 Samsung patentó unas lentillas que permitían hacer fotos con solo parpadear. Eran un modelo avanzado para aquellos tiempos que contaba con una pequeña cámara y una conexión que almacenaba las imágenes obtenidas. Pero no contaba con foco, ni zoom ni ningún otro detalle. En agosto de 2019 los expertos de Samsung han dado un paso más y desarrollaron una nueva lentilla que, mediante el análisis de las señales electrooculográficas creadas por los movimientos oculares (mirar hacia arriba, abajo, izquierda, derecha, parpadeo, doble parpadeo) permite captar el movimiento, seguir al sujeto de la imagen y hasta hacer zoom en él. Al activarse la lentilla, por un parpadeo doble, la lente cambia de un modo de visión cercana a un modo de visión a distancia.
El principio de funcionamiento era «sencillo»: un conjunto de electrodos se extendían a través de las lentillas y actuaban como músculos. El ojo, siempre concebido como una cámara, finalmente se convirtió en una. Pero había más. Las lentillas podían grabar vídeo, respondían también a las órdenes de forma remota y hasta transmitir fotos y vídeos directamente a los ojos de los usuarios. Más tarde el avance tecnológico facilitó que las lentillas, conectadas a la red, se usaran como dispositivos con cualidades de realidad aumentada capaces de sumar contenido a lo que veíamos: nuestro entorno se enriqueció de un día al otro ya que comenzamos a tener Google Maps directamente en nuestros ojos, los sitios históricos se podían ver tal y cuál eran en su esplendor y la educación alcanzó un nivel que equiparó la práctica y la teoría.
Pero ese fue apenas el primer paso. Los ojos son una conexión directa al cerebro. Mediante los lagrimales es posible obtener los niveles de diferentes hormonas y su análisis permite detectar de forma prematura tumores, dolencias autoinmunes y trastornos neurodegenerativos. Desde 2026, debido al aumento de la depresión en la población global y al incremento en la tasa de obesidad, la necesidad de un monitoreo continuo ha sido un factor clave para buscar alternativas de control médico constante.
Hoy las lentillas ya no son cámaras con altísima resolución conectadas a internet que obedecen a nuestra mirada. Son la herramienta más útil en el análisis médico de la actualidad. Una vez por mes los sistemas de Sanidad Pública envían al domicilio de cada ciudadano un nuevo par de lentillas adaptados a su visión, sea perfecta o no. En ellas se encuentra todo el historial médico del usuario, cada minuto de cada hora se miden todas las constantes y los datos y, si demuestran alguna anomalía, se envían al médico de cabecera. Este protocolo de acción ha permitido no solo anticipar dolencias y realizar tratamientos individualizados en las primeras etapas de muchas enfermedades, sino también ahorrar mucho dinero al sistema sanitario.
Hoy, sin embargo, las lentillas llegan a las noticias por otro avance: a partir de mañana podremos comenzar a pagar con nuestra mirada, ya que han sido aceptadas como método de identificación tanto en tiendas y bancos, como en todos los países de la UE: sí, tus ojos son tu pasaporte.