Ensayo

Lessing, contra la manada

Lessing, contra la manada
Lessing, contra la manadalarazon

Muchas de las novelas de la premio Nobel de Literatura ya se ocupaban de las confusiones y complejidades estructurales y endémicas de la vida moderna, en su eterna necesidad de cuestionar las convicciones políticas, éticas y morales que han marcado el siglo XX (y camino llevan de marcar la presente centuria). De ahí que este breve libro que agrupa seis ensayos –originariamente conferencias– sea una pequeña sacudida que apela a nuestro pensamiento crítico individual. Una vez más, Lessing se pregunta, y nos interpela, cómo es posible –con todos los saltos asombrosos del conocimiento científico y psicológico desde la Ilustración hasta nuestros días–, que todavía nos las sigamos arreglando para cometer los mismos errores que siempre, en un eterno loop. En el primer texto del volumen ya establece el tono que tendrán los ensayos restantes. Gran parte de su enfoque se centra en la irracionalidad de lo que los humanos decimos creer y la forma en que luego actuamos.

Explosión de información

Los textos están atravesados por la misma idea: que cuando la gente mire hacia nuestro tiempo, se sorprenderá de que aunque ahora sepamos más sobre nosotros mismos que aquellos que nos precedieron, poco o nada se está poniendo en práctica. Mucha explosión de información, que nada parece aportarnos, pero el resultado es una capacidad humana, casi infantil, para no saber mirarnos de forma objetiva, por culpa de los patrones de comportamiento heredados.

Nos advierte claramente sobre los peligros de verse envuelto en la «emoción masiva» así como en el fascismo inherente al pensamiento grupal, que es nuestra verdadera ruina como individuos y como especie. De forma repetida, defiende la necesidad de una distancia objetiva de los acontecimientos y del entorno, incluso a riesgo de parecer elitista. Lessing apela y aboga por el pensamiento en minoría, aquel que no teme unirse a la «manada» porque no tienen miedo de ser independiente. Recomienda, especialmente, que pensemos en formas «de educar a nuestros hijos para fortalecer a esta minoría y no, como lo hacemos en la mayoría de los casos, para reverenciar a la manada».

La maldad, la dualidad y el maniqueísmo aterran a la Premio Nobel, sobremanera. Recuerda cómo históricamente tienden a surgir grupos que desean fortalecer su postura moral con el objetivo de eliminar la disidencia. Reflexiones dolorosas, pertinentes, vigentes y necesarias escritas con el mismo tono asincopado y deconstruido que edificó toda su producción literaria y, por supuesto, con una voz clara e independiente.