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La lucha a muerte de dos fuerzas imparables

El histórico cantautor y poeta Pablo Guerrero recomienda la lectura de “Moby Dick”, el clásico de Herman Melville

Pablo Guerrero
Pablo GuerreroEnrique Cidoncha

Hace unos días, Pablo Guerrero (Esparragosa de Lares, Badajoz, 1946) presentaba “Y volvimos a abrazarnos”, un disco de despedida y a la vez de homenaje a su enorme carrera de más de 50 años como compositor, cantante y poeta, que ha contado con la colaboración de numerosos músicos y cantantes. En su concierto de despedida en la Sala Galileo de Madrid, rodeado de amigos, agotó todas las entradas. El autor de “A cántaros” aquella mítica canción de los 70, recomienda la lectura de “Moby Dick”, el clásico de Herman Melville.

-¿Cuándo lo leyó?

-En la juventud y me impresionó mucho, me fascinó la forma en que va desarrollándose la estructura del libro, el argumento y todas las peripecias que van ocurriendo. Era una edición reducida que circulaba entonces con lo más esencial y luego a lo largo de mi vida lo he releído en algunas ocasiones.

-¿Qué encontró en él?

-Aunque he nacido en una tierra de secano, me gusta mucho el mar y un libro que se desarrolla en el mar con tanto conocimiento me dejó muy impactado.

-¿Lo marcó?

-Sí, toda la vida, me gusta la historia que es la obsesión de un hombre, el capitán Ahab, que solo vive para una cosa, cazar una ballena que considera la encarnación del Mal, el odio hacia el animal que le arrancó una pierna. Está convencido de que Moby Dick es un ser maléfico que el destino le ha puesto delante, es como si la ballena entendiera el reto y se enfrentara a él en una lucha a muerte de dos fuerzas imparables, la suya y la de capitán.

–¿A quién le recomienda?

-Es un libro del que pueden disfrutar todos los públicos de todas las edades, puede leerse desde la juventud hasta la madurez.

-¿Cree que se puede extraer alguna lección de él?

-Puede aprenderse cómo se cazaban las ballenas en la parte más anecdótica y superficial, pero Melville tiene también unas reflexiones de tipo filosófico que son maravillosas, que sorprenden y atrapan y pueden hacer pensar.

-Aunque es una novela, supongo que prefiere la poesía.

-Es con lo que más me identifico. Al principio me preguntaban si era poeta y no me sentía así, prefería que me llamaran letrista de canciones, pero poco a poco me he ido identificando con la poesía y ahora ya tengo 18 libros escritos que quiero reunir en un solo tomo. El último publicado este año es “Diez de cuatro”, que es una antología poética.

-¿Lee mucho ahora?

-Leí mucho en la primera parte de la pandemia, durante el confinamiento, alrededor de 20 o 30 libros, pero ahora estoy descansando un poco, me estoy dando una tregua a mí mismo (risas).