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Qué se ha salvado y qué se ha dañado en el incendio de Notre Dame

La Corona de Espinas y la Túnica de San Luis, las dos reliquias de la cristiandad que albergaba la catedral, se han salvado
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La Corona de Espinas y la Túnica de San Luis, las dos reliquias de la cristiandad que albergaba la catedral, se han salvado. "Es una pérdida irreparable para el acerbo cultural europeo y mundial".
Una pérdida irreparable para el acerbo cultural europeo y mundial". El devastador incendio que ayer asoló la catedral de Notre Dame ha provocado daños incalculables. Ahora, "lo importante es centrarse en los aspectos técnicos para la reconstrucción del edifico y la restauración de las obras", asegura el arquitecto Francisco Bocanegra, experto en Museografía.
En la retina de medio mundo quedará para siempre la aterradora imagen de las llamas devorando la catedral gótica, un emblema religioso y cultural. Una pérdida incalculable, y que conllevará "un coste extraordinario", explica Bocanegra. Hasta el momento, todo es incertidumbre. El tejado se ha hundido pero "las bóvedas y los muros de piedra han logrado aguantar", aunque se desconoce en qué estado se encuentran.
Y entre tanta mala noticia, un atisbo de luz. Tal y como señala el arquitecto "el tesoro y las reliquias de la cristiandad se han salvado". Esta misma mañana, el rector-arcipreste de Notre Dame, Patrick Chauvet, confirmaba que la Corona de Espinas y la Túnica de San Luis, dos de los objetos religiosos más importantes se habían salvado. Otras obras no han tenido tanta suerte
- La aguja.
La pérdida más visible es la aguja de la catedral, que se hundió entre las llamas apenas una hora después de iniciarse el incendio. Según el ministro de Cultura, Franck Riester, todo apunta a que fue allí donde comenzó el fuego, en una zona donde se habían iniciado obras recientemente y donde se había instalado un andamiaje de 100 metros de altura.
La aguja había quedado destruida varias veces a lo largo de la historia de Notre Dame. La que se vino abajo el lunes databa de 1859 y había sido diseñada por el arquitecto Eugène Viollet le Duc.
En el interior de la aguja había tres reliquias que no se pudieron extraer: la que se considera una de las 70 espinas de la corona de Cristo y otras dos reliquias de san Dionisio y santa Genoveva. Lo que sí ha sobrevivido es el gallo que coronaba la aguja. Pese a la estropitosa caída, el gallo ha sido hallado entre los escombros y aunque está abollado, creen que podrá se restaurado. Así lo anunciaba Jacques Chanut, jefe de la Federación Francesa de Construcciones, que no dudó en compartir una imagen en la que se le ve abrazando al gallo.
- El crucero y el transepto norte.
En un espacio contiguo también se hundieron el crucero y el transepto norte, y Riester dijo que hay "una gran inquietud"por la reacción de la bóveda del edificio a causa de la gran cantidad de agua que recibió de las mangueras de los bomberos.
- Dos tercios de la cubierta.
Los muros de la catedral han quedado totalmente en pie, pero según Riester se vinieron abajo dos tercios de la cubierta, lo que significa unos 1.000 metros cuadrados.
- Los rosetones.
Los tres rosetones (dos de ellos con un diámetro de 12,90 metros), que representan las flores del paraíso, construidos en el siglo XIII al mismo tiempo que el conjunto del edificio, se han visto afectados, pero "aparentemente no han sufrido daños catastróficos", según el ministro de cultura galo, Franck Riester.
En la Edad Media, todos los vanos de Notre Dame tenían vidrieras impresionantes. Sin embargo, en el siglo XVIII todo fue destruido, excepto tres grandes rosetones.
Estos tres rosetones son el del Oeste (1220), encima del órgano mayor que lo oculta a medias, y los dos rosetones simétricos de las naves Norte (1250) y Sur (1270) del crucero que, según cuenta la tradición, hubieran sido un regalo de Luis IX, San Luis.
- Las estatuas de los doce apóstoles y los cuatro evangelistas.
Estaban alrededor de la aguja, encima de la cubierta, y fueron retiradas de allí la semana pasada con una grúa para ser restauradas, y por tanto han quedado a salvo.
- El gran órgano.
De los tres órganos de la catedral, el órgano principal de la catedral de Notre Dame es el denominado "gran órgano", que consta de cinco teclados y unos 8.000 tubos. Se trata del más grande que existe en Francia y aunque su construcción data del siglo XV, no será hasta el XVIII cuando alcance su tamaño habitual. Tal y como consta en la web de la catedral, este instrumento sobrevivió a la Revolución Francesa sin daños.
El órgano está recubierto por polvo, agua y escombros, según relata uno de los organistas de la catedral. Así, apunta a que todavía hay que esperar a que se seque, pero no se descarta que haya daños en la estructura. Uno de los órganos pequeños sí ha sufrido daños considerables.
- Las torres y la fachada.
Auténticas joyas del arte gótico, las torres Norte y Sur y la fachada de Notre Dame, que dan a la catedral su icónica imagen. En esa fachada está el Pórtico del Juicio, esculpido e instalado entre 1220 y 1230, a partir del relato del Evangelio de san Mateo
- El Tesoro de Notre Dame.
Fue una de las primeras cosas que se extrajeron. Dentro de ese "tesoro"está la túnica de lino del rey San Luis, del siglo XIII, pero también la corona de espinas y otras reliquias de la Pasión de Cristo, como un clavo de la crucifixión y un trozo de la cruz.
La Corona de Espinas es la misma que los soldados romanos impusieron a Jesús de Nazaret en la cabeza durante su crucifixión a modo de burla por proclamarse rey de los judíos. El otro objetivo no era otro que provocarle daño y dolor.
Conocida también como la Santa Corona, se trata de una circunferencia de espino trenzado de veintiún centímetros de diámetro que se encuentra conservada en un tubo de cristal. Carece de espinas, pues las mismas fueron repartiéndose a lo largo de los siglos. Dichas espinas se encuentran dispersas por todo el mundo y una suma de todas ellas daría lugar a unas setecientas.
Poco se sabe del resto de obras que no pudieron ser evacuadas durante el incendio. Así, existe preocupación por los grandes cuadros que la catedral albergaba, así como las distintas representaciones de la Virgen.
Los "Mays"de Notre Dame son, tal como explica la catedral, grandes pinturas que se encargaron entre 1630 y 1707, por la Sociedad de Orfebres de París para ofrecerlas cada primavera, el 1 de mayo, en honor de la virgen María.
El agua, las llamas y el humo han provocado daños en las obras que habrá que examinar. "Tendrá que haber un acercamiento entre los técnicos y los científicos para coordinarse", relata Francisco Bocanegra. Será una labor "complicada", ya que hay mucho en juego.
Y también tendrá que producirse un esfuerzo a nivel institucional. Según afirma este experto en Museografía, no sólo las instituciones europeas tendrán que implicarse. Debe ser una operación "a nivel internacional", donde la financiación será un eje importante.
La propia catedral mostraba hoy la sala donde han ido guardando algunas de las reliquias y tesoros que alberga la catedral. Pero si algo identifica a la catedral de Notre Dame son sus figuras fantásticas, las gárgolas talladas en el siglo XIX. Algunas de ellas no han sufrido daños gracias a que fueron retiradas durante los trabajos de restauración. El resto, que estaba en el foco de las llamas, podrían haber sufrido daños irreparables.