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«Brokeback mountain», otro encargo

La Razón
  • La Razón es un diario español de información general y de tirada nacional fundado en 1998

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Mortier dejó la New York City Opera por los salvajes recortes de presupuesto, antes de que se adivinase que lo mismo ocurriría en Europa, pero ya había hecho alguno encargos de temática america, una era esta versión de Disney y otra una nueva ópera basada en el relato de Annie Proulx, «Brokeback Mountain». Una historia de dos vaqueros homosexuales que Ang Lee adaptó al cine y que consiguió tres estatuillas. En enero de 2014 Mortier la traerá al Teatro Real con partitura de Charles Wourinen y libreto de la propia autora, que renegó de lo que vio en la gran pantalla y ahora quiere cerciorarse de que no se va a convertir en un relato demasiado romántico.

Israel Galván, flamenco muy real

Mortier se ha propuesto introducir en el Teatro Real la literatura (pasada antes por la factura del cine: o sea, «Brokeback Mountain») y el flamenco. Una manera de cambiar muchos palos a la vez en este coliseo madrileño. El bailaor Israel Galván entrará en esta plaza con una obra que ha titulado «Lo Real-Le Réel-The Real», un trabajo para el que ha contado con las bailaoras Belén Maya e Isabel Bayón, además de Pedro G. Romero y Txiki Berraondo. La propuesta estará en cartel desde mañana al 22 de diciembre (luego viajará a Francia, Alemania y Holanda). El tema que ha escogido es el exterminio de los gitanos en los campos de concentración nazis durante las décadas de los años 30 y 40. Una temática que, en principio, podría vaticinar cierta sobriedad y mucha tristeza, pero que el coreógrafo ha imaginado como algo totalmente opuesto. Para sobrevivir, debe haber pensado, hay que bailar, que es la esencia de la vida. A partir de esta idea inicial, aborda algunas de las obsesiones que han caracterizado sus obras, como la vida, la muerte y el sexo. La parte musical es heredera de una influencia, la canción «Hitler in my heart», en la que Antony and The Johnsons ha recurrido a la base del fandango. Una parte del espectáculo, la visual, discurre por un montaje de fotogramas que muestran al Führer y las víctimas de su política.