Dcode, esplendor en la hierba

El festival que cierra el verano en Madrid potencia su apuesta por el horario diurno y el público de todas las edades en un entorno verde y accesible: 18 horas de música ininterrumpida con la diversidad por bandera.

Partido a partido, Dcode llega a la sexta edición. Aprendiendo de sus errores, mejorando detalles y manteniendo la ilusión, el festival que cierra el verano de la capital y da la bienvenida al curso académico desde el Campus de la Universidad Complutense vuelve mañana en una maratoniana jornada que arranca a las 11:30 y terminará al filo de las 6 de la madrugada del domingo. Los valores del equipo permanecen: un evento a tiro de piedra en transporte público, de precio asequible y la promesa del aire libre mientras dure. «Me gustaría que hicese un poco más de fresquito, no te voy a engañar», dice César Andión, responsable de comunicación. «Queremos insistir en que la gente se acerque durante el día, como ocurre en los festivales ingleses, a escuchar música con niños pequeños y disfrutar de un recinto de hierba natural, como un día en el parque. Ése es nuestro concepto y lo que nos diferencia». Césped natural, igual que en los campos de primera. El terreno de juego son las instalaciones de Cantarranas, el campo de entrenamiento de rugby donde siempre se disputa el tercer tiempo. La alineación es la siguiente:

Habrá quien pueda pensar que este grupo, sin Josh Homme (líder de los Queens Of The Stone Age y fundador de la banda) se queda en una medianía. Pues se equivocan. Porque Jesse Hughes y compañía dan un espectáculo incomparable de rock sexy. «Para mí, ellos son una celebración de la música en vivo, un grupo que merece la pena ver y que va a sorprender a mucha gente porque se comen el escenario», dice Andión. A las 19:10 de la tarde.

«Es el chico maravilla de la música de los últimos años. Un imprescindible si te gusta el funky, el hip hop o el soul contemporáneo», afirma Andión sobre sus virtudes como músico y productor (Amy Winehouse, Bruno Mars o Lilly Allen se lo agradecen) y como Dj en directo. Y, encima, es un chico simpático. Su último disco, «Uptown Special», es un torbellino de baile adecuado para las horas de su actuación en Madrid: las 3 de la mañana.

Andión lo define como «una leyenda». El zaragozano se amolda igual a un estadio que a un teatro (ha tocado en los dos tipos de recintos durante las últimas semanas) y es de los que imantan la mirada sobre el escenario. Ha cantado a poetas y ha colaborado con todos los grandes del rock en español. «Hacemos una reivindicación de la variedad en la programación y Bunbury supone la parte de rock nacional que siempre queremos incluir», explica Andión. A las 23:15.

«Son un fiestón en directo y es otro punto por el que siempre apostamos», dice Andión. El baile, la mezcla y la diversidad. «Aquí estamos acostumbrados a separar entre lo ‘‘mainstream’’ y lo ‘‘indie’’ y no nos damos cuenta de que lo que en España es alternativo en otros países es lo comercial. Eso es lo que pasa por ejemplo con Carla Morrison o Zara Larsson, que vienen este año a Dcode». A las 00:40.

Las 18 horas que dura el festival dan para mucho más: por ejemplo, el regreso de Jimmy Eat World, los taquilleros Love of Lesbian, los tapados Kodaline o clásicos como 2Many Dj’s. Y esa presencia nacional de enorme calidad: Triángulo de Amor Bizarro, Belako, Delorean, León Benavente y Noise Nebula.

Los menores de edad pueden acceder al recinto acompañados de un adulto y hasta los 10 años la entrada es gratuita. Para ellos, hay una programación «kids» y la actuación de Petit Pop (11:30 horas), un proyecto que acerca la música a los pequeños de una forma participativa sin aburrir con ello a los padres.