El mundo musical anda revuelto
Creada:
Última actualización:
Cuando las cosas no funcionan desde arriba, cuando la confusión reina arriba, cuando la sinrazón domina arriba, todo ello se va trasladando hacia abajo. Y, así, llega también a la música. Hagamos un repaso. Sigue la manía de los concursos para puestos de primer nivel. Esos concursos inventados en los manuales de buenas prácticas que sólo sirven para simular que no se decide a dedo cuando se montan jurados con instrucciones claras sobre el candidato ganador. ¿Se imaginan un concurso para elegir al director de Inditex? ¿Acaso se prestarían aquellos de auténtica valía a ello? Pues están convocados para la Maestranza y el Liceo. En Sevilla no deja de causar estupor la reacción de Pedro Halffter. Es claro que no se desea que siga y por eso no se le renueva, pero él ha estado insistiendo en presentarse a ese concurso. ¿Si hablan tan bien de toda mi etapa, por qué no voy a ganarlo? Este es su impecable razonamiento, pero olvida que estas frases son simplemente cortesía. No acierta, como no acertó al demandar a la Fundación de la Filarmónica de Gran Canaria por su cese, por mucho que haya conseguido diez mil euros de indemnización. Estas cosas acaban por cerrar muchas puertas en el futuro. En Barcelona se intentó hacer pasar la no renovación de Christina Scheppelmann como iniciativa de ella, cuando no lo era en absoluto. Su estupefacción fue enorme. ¿Por qué estas triquiñuelas? Artículos en dos revistas importantes musicales nos ha informado y opinado sobre una situación nada deseable en la OCNE. Parece que la relación entre director técnico y director principal ya no es la que fue. El malestar en algunos atriles, que pasan de solistas a ayudantes de solistas aplicando un muy elástico concepto de idoneidad, es tan manifiesto que incluso se han presentado demandas. «Una historia vieja y fea», titula la revista «Scherzo» su duro editorial. Hay relevo en la RTVE, sucediendo Pablo González a Miguel Ángel Gómez-Martínez, por decisión que emana de alturas superiores a la propia orquesta. Por cierto, supuestamente se ha pretendido que Gómez-Martínez dirigiese la agrupación para sustituir el antiguo acompañamiento orquestal en un nuevo disco de Camilo Sexto que conservaría su voz. ¡Por favor! Me cuentan que en ABAO se había decidido destruir la producción de «Don Carlo». Lo inconcebible es que llagase una solicitud para comprarla y que se hubiera pedido una suma desproporcionada por ella, de forma que se preferiría hacerla desaparecer a cobrar algo razonable. Otro tanto sucedió hace años con un Puccini en Tenerife. ¿Dónde estamos? Espero no tener que tocar más adelante el asunto del posible traslado del ciclo de lied de la Zarzuela a la sala de cámara del Auditorio Nacional por problemas en las fechas disponibles, porque sería nefasto para el ciclo. Con sólo setecientas localidades ¿cómo se puede pagar a los grandes nombres habituales? Como ven se está perdiendo el sentido común.