Rocío Molina muerde la manzana de los Max

La bailarina se convirtió con “Caída del cielo” en la estrella de la gala de las Artes Escenicas. El resto de premios, muy repartidos.

Segunda vez que los Max visitaban la “nit” valenciana y lo hicieron para celebrar su XX edición en el Palau de les Arts. Justo el día que Lorca hubiera cumplido 119 años. El mismo que se refería al teatro como «la escuela de llanto y risa y una tribuna libre donde los hombres pueden poner en evidencia morales viejas o equívocas y explicar con ejemplos vivos normas eternas del corazón y del sentimiento del hombre».

Un nombre recordado en algunas de piezas nominadas, como «Tierra Lorca», y de forma indirecta con las reivindicaciones del gremio sobre la Ley de Memoria Histórica. Así lo hicieron las representantes de una de las triunfadoras de la noche, «Només són dones» (“Solo son mujeres”) -Mejor Espectáculo de Teatro y Mejor Dirección de Escena-. Encabezadas por la premiada Carme Portaceli, reivindicaron la “importancia” de la norma y, también, «a las mujeres que lucharon por la democracia en este país, todavía hoy ignoradas», dijo la directora del Español.

Precisamente las autoras eran las homenajeadas de la noche. «Todavía somos minoría. Hay que tomar acciones sin timidez para que se resuelva esta discriminación», insistió Inés París, autora y presidenta de la SGAE, que tuvo un discurso muy crítico con la falta de políticas públicas de cultura, haciendo alusión a un grito que se dio en la primera edición de los premios y que no se oyó: «Perdiendo 20 años, esperemos que dentro de otros 20 sea bien distinto», cerró París ante un patio en el que, además de las autoridades teatreras, se encontraban Ximo Puig, Joan Ribó, Íñigo Errejón y Toni Cantó,entre otros.

Respecto a la chicha, los premiados, Rocío Molina subió en dos ocasiones para recoger sus correspondientes manzanas por «Caída del cielo». En la primera ocasión lo hizo como Mejor Intérprete Femenina y para decir que «son pocos, pero se apañan». Y vaya si se apañan. La segunda, ya como Mejor Coreografía, demostró que lo suyo es expresarse con el cuerpo. Además, Carlos Marquerie sumó el tercer galardón del montaje con el Mejor Diseño de Iluminación. Tres de cuatro para «Caída del cielo».

También tres manzanas, esta vez de siete posibles, para «Oskara» -Mejor Espectáculo de Danza, Mejor Elenco de Danza y Mejor Diseño de Vestuario-, quienes hicieron gala de sus raíces vascas con un discurso mayoritariamente en euskera y con un «por la libertad de expresión. Basta de boicots que no nos merecemos» final. Llegaron los dos montajes como favoritos de la danza y lo confirmaron.

En el teatro, las manzanas estuvieron más repartidas: las ya citadas de «Només són dones» y otras dos para «El laberinto mágico», de Max Aub, que recuperó Ernesto Caballero. Para él fue el Mejor Actor de Reparto, Paco Ochoa, y la Mejor Adaptación, a cargo de José Ramón Fernández. Dos también para «La respiración», de Sanzol -Mejor Autoría Teatral y Mejor Actriz, Nuria Mencía-, que regresa esta semana a La Abadía de Madrid. Otro par para «Mulïer», Mejor Composición Musical para Espectáculo Escénico y Mejor Espectáculo de Calle, la primera vez que se entregaba.

El resto de gordos individuales para Manuel Liñán -Intérprete Masculino de Danza, por «Reversible»-, Ainhoa Santamaría -Actriz de Reparto, por «La estupidez»-, Ángel Ruiz -Actor, por «Miguel de Molina al desnudo»- y María Cárdenas -Autoría Revelación, por «Síndrhomo»-.

La manzana más especial de la noche, la de Honor, fue para Salvador Távora. «Nací para desafíos continuos», dijo y en Valencia se presentó a pesar de la merma que le produce la enfermedad. Después, tuvo tiempo para dar su «quejido» por la cultura, «algo fundamental», completó. Uno de los momentos más aplaudidos en una gala que, presentada por Ana Morgade, también se acordó de los recién fallecidos Juan Goytisolo y David Delfín.

· Només són dones de Factoria Escènica Internacional, S.L.

· Oskara de Kukai Dantza.

· Cervantina. Versiones y diversiones sobre textos de Cervantes de Compañía

Nacional de Teatro Clásico (CNTC-INAEM) y Ron Lalá Teatro, S.L.

· Mulïer de Maduixa Teatre, S.L.

· Amour de Cía. Marie de Jongh.

· inTarsi de Compañía de Circo ‘eia’.

· Historias de Usera de Kubik Fabrik, S.L.U.

· Alfredo Sanzol por La respiración.

· María Cárdenas por Síndhromo.

· José Ramón Fernández por El laberinto mágico.

· Damián Sánchez por Mulïer.

· Rocío Molina por Caída del cielo.

· Carme Portaceli por Només són dones.

· Curt Allen Wilmer por Hamlet.

· Iraia Oiatzabal por Oskara.

· Carlos Marquerie por Caída del cielo.

· Nuria Mencía por La respiración.

· Ángel Ruiz por Miguel de Molina al desnudo.

· Ainhoa Santamaría por La estupidez.

· Paco Ochoa por El laberinto mágico.

· Rocío Molina por Caída del cielo.

· Manuel Liñán por Reversible.

· Kukai Dantza (Jon Maya, Eneko Gil, Martxel Rodríguez, Ibon Huarte, Urko

Mitxelena, Alain Maya y Jonatan López) por Oskara.