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Rodrigo Murillo Biachi: «Temo despertar y que todo sea un sueño»

Su novela «Los héroes sentimentales» (Nuevos Talentos) ha sido ganadora del Premio José Ángel Mañas, otorgado por él mismo.
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Su novela «Los héroes sentimentales» (Nuevos Talentos) ha sido ganadora del Premio José Ángel Mañas, otorgado por él mismo.
Es una persona emotiva que ha recorrido un largo viaje para transmitir lo que ha rondado en su cabeza. Nació en Arequipa, Perú, estudió Derecho, se convirtió en historiador y decidió venir a Europa para seguir su mayor sueño: ser escritor. Su novela «Los héroes sentimentales» (Nuevos Talentos) ha sido ganadora del Premio José Ángel Mañas, otorgado por él mismo. Con ella nos transmite la historia de su país, en años de la lucha contra Sendero Luminoso, a través de tres personajes: un oficial de la marina, un sacerdote jesuíta y un joven millonario. La editorial Nuevos Talentos inaugura con esta obra una colección que publicará los manuscritos mejor valorados por los 1.200 lectores ya registrados en su web.
–¿Puede un héroe hablar de sentimientos?
–Creo que, precisamente, los sentimientos en las situaciones más complejas forjan a los héroes más especiales.
–A los protagonistas, ¿qué les hace ser héroes?
–Los sentimientos. Son personas que involuntariamente se ven ante situaciones con una gran carga emotiva, dramática y mucha violencia. Es la voluntad con la que se enfrentan a ello, sacando partido a sus propias emociones, la que les hace lograr un destino heroico.
–¿Con cuál de esos sentimientos empatiza más?
–Con el miedo. Es un sentimiento muy humano que todos hemos sentidos y si yo, en mis condiciones, lo he tenido, no puedo imaginar el que han sentido otros ,expuestos a unas condiciones de violencia terribles y apocalípticas.
–¿Por qué se decantó por este contexto tan complicado?
–Fueron las primeras memorias que tuve de niño sobre algo sensible, complejo, de lo que no se quería hablar mucho. En el Perú de entonces se pasaban muchas cosas bajo la mesa, que con los años han salido a la luz. Sentí que de ese enigma, de ese misterio que me atrapó de niño, tenía que empezar a escribir.
–¿Fue su intención narrar lo dramático de la historia?
–Fue reflejar un periodo. Cuando empiezo la investigación me doy cuenta de que los episodios reales tenían una violencia de alcance universal. Estoy seguro de que muchos lectores cuando lean la novela y el anexo, que contiene hechos reales en los que me inspiro, no lo van a poder creer. Muy poca gente del Perú lo conoce.
–No solo dar voz a los peruanos, sino a todos los que se identifiquen con la historia.
–Por supuesto. Es una novela que va a encontrar un gran eco en toda la gente que ha experimentado en carne propia lo que sucede cuando la gente corriente se ve inmersa en estas espirales, torbellinos de violencia desgarradores, que no perdonan.
–¿Cómo cree que recibirán tu novela en su país?
–Va a haber críticas de ambos lados. Hay gente que respeta al Estado, a un líder como Alberto Fujimori que a pesar de haber sido condenado por corrupción, es aún recordado por un grupo de gente que le atribuye el mérito de haber pacificado el país. E, indudablemente, sería también criticado por gentes de izquierda que pretenden olvidar este episodio.
–Es difícil de olvidar.
–Mucho, pero a la vez hay muchas ganas de olvidar.
–¿Qué le trajo a España?
–Tenía la necesidad urgente de escribir mi novela y sabía que debía estar alejado del Perú. El idioma me facilita mucho la vida y si a eso le sumas toda la experiencia de grandes nombres como Vargas Llosa, Bryce, Roncagliolo y tantos otros que han hecho de España su casa, soñaba con que mi trabajo despertara la atención de los españoles. Tengo miedo de que me despierten y me digan que esto es un sueño.
–Se ha escrito que su novela es el equivalente a «Patria» de Fernando Aramburu.
–Por un lado, la comparación me llena de alegría y orgullo, pero honestamente también de responsabilidad. Es un grandísimo escritor, no solo por su argumento sino por la estructura que emplea, absolutamente ambiciosa desde el punto de vista literario y, además, de lectura ágil. Es un logro que da cuenta de su gran capacidad como escritor. Ojalá en el futuro estar a la altura de un comentario tan gentil.
–¿Cuál ha sido su mayor obstáculo en este recorrido?
–Cuando dejé mi trabajo en un banco de Perú, mi jefe me dijo: «Ten cuidado de tirarte al abismo, te será difícil salir». A partir de entonces, cuando fallaba, esa frase no me dejaba dormir. Encontré otra de Churchill: «El éxito no es otra cosa que aprender a ir de fracaso en fracaso sin desesperarse». Cuando gané este galardón vi que el abismo se había llenado de luz, que mi historia de esperanza, y ojalá de éxito en el futuro solo sea la suma de los fracasos.
–¿Qué se propuso al empezar a escribir?
–Generar emociones con las experiencias de personas que han existido realmente.
A partir de ahora, ¿qué?
–Seguir escribiendo. Escribir rápido y sin perder al lector.