«Svenskjävel», una historia fría y civilizada
Dos largometrajes típicos de festival pequeño, dicho esto con el mayor respeto. Uno es "I dine haender"(En sus brazos), coproducción de Dinamarca y Alemania dirigida por Samanou Acheche Sahiström. Se trata de una historia entre un individuo afectado por una enfermedad degenerativa que le impide cualquier movimiento corporal de brazos y piernas y que pronto no tendrá ni fuerzas para respirar, y su enfermera. Decide ir a Suiza a solicitar suicidio asistido. Muy buena película que va narrando este viaje y este deseo ratificado varias veces. Es indudable que existe una historia de amor por parte de la enfermera y hay que destacar que de muerte dulce, nada.
Lo más raro de la película es la actriz protagonista, Lisa Carlehed, que sufre con gestos y actitudes, y en algunos momentos hasta parecida, como Juliette Binoche quien ha sufrido y sufrirá en cada una de sus películas. Sin duda, por parte del director y de la intérprete, está presente la actriz francesa.
La otra película fue "Svenskjävel (Underdog)", coproducción sueco-noruega realizada por Ronnie Sandahl. Es una historia de amor con chistes que sólo entenderán suecos y noruegos. Una joven algo hippie, sueca, buscando trabajo en Oslo, conoce a un antiguo tenista convertido en dueño y chef de un moderno restaurante. Éste tiene dos hijas, y su mujer se encuentra de viaje en Nairobi para establecer infraestructuras. Según cuenta el marido, ha mantenido relaciones con un agente inmobiliario. Cuando regresa la esposa, esta le anula las tarjetas de crédito –hecho que no aclara el filme- y ninguno de ellos habla de dinero ni de engaños. Porque son nórdicos, fríos, civilizados, educados... Eso sí, beben mucho, por lo que la película gustará mucho en los países escandinavos. Y se sacan de la manga otras historias en un final que parece no llegar nunca.