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Estreno

El viaje teatral de Nao d'Amores a los sonidos del pasado

La compañía de Ana Zamora vuelve a la carga con un "invento" que levantará entre los muros de un monasterio y que estará guiado por el oído, "por la música y la palabra", apunta la directora

Nao d’Amores sale de la sala para instalarse en el Monasterio de Santa María la Real, en Pelayos de la Presa Nao d’Amores

Resopla Ana Zamora cuando se refiere a su nueva pieza, «Hacia ecos de lo sagrado», que estrenará en Pelayos de la Presa (10-13 de julio). «Es un espectáculo difícil de ensamblar», asume la Premio Nacional de Teatro 2023. ¿Por qué? «Porque es un invento», ríe de una obra que define como «única».

En esta ocasión, la madrileña no ha escogido un texto prebarroco para ponerlo en escena, sino que ha desarrollado un proceso de investigación y desde ahí se ha entregado al ensayo-error. «Veíamos qué se podía, o no, transformar en materia escénica y poética», presenta de un proyecto guiado por el oído, la música y la palabra en relación con el espacio físico para el que fueron creadas.

La directora siempre se ha sentido atraída por los trabajos y los espacios no convencionales, «por meterme en estos jardines que lindan con otras artes y otras cosas», sostiene sobre «aquellos lugares que tienen que ver con el patrimonio, que rezuman una atmósfera de otra época». Su propuesta supone «un viaje en el tiempo» que, continúa, «parte de un estudio genérico del monasterio, donde existió un sistema sónico que integraba desde la palabra y el canto en la iglesia, a la voz en el capítulo o el refectorio, las diferentes campanas y sus toques, la salmodia en las procesiones, el agua en la fuente del lavabo, los pasos por el claustro...».

Para espectadores de hoy

Ahí se entronca este recorrido por una decena de espacios del centro religiosos (claustro, receptorio, sala capitular, iglesia...) y su conexión con el presente: «No nos interesan los espectadores del pasado, sino los de hoy, y las sensaciones, emociones y hasta cuestionamientos intelectuales que en ellos se pueden generar en su encuentro en un espacio arquitectónico patrimonial que se transforma en escenográfico a través de los sonidos del pasado».

Para ello, afirma la directora que ha encontrado una vía dramatúrgica que «sustenta muy bien la idea». Con referencias al Císter, como la de San Bernardo de Claraval, o benedictinas, en el caso de Gonzalo de Berceo, Zamora ha encontrado en esta pieza la oportunidad inmejorable para sumergirse en la historia y la cultura a través de lo que presentan como «una experiencia sensorial y emotiva» en la que la compañía vuelve a hacer gala de su empeño en recuperar los sonidos del pasado mediante zanfonas, flautas, chirimías, salterios...

Sin depreciar el teatro habitual, por supuesto, pues en él ha demostrado que se siente como pez en el agua con ese sello dedicado a la investigación, formación y divulgación del teatro medieval y renacentista, Ana Zamora apuesta ahora por «explorar para entender la teatralidad desde otro punto. Ir a los orígenes e intentar leer las obras desde otras perspectivas».

La directora estrena con una obsesión en la cabeza: "Que no parezca una visita teatralizada", dice

Sobre estos cimientos nace una innovadora creación escénico-musical de Nao d’Amores que invita al público a un paseo sonoro a través del Monasterio de Santa María la Real de Valdeiglesias, en Pelayos de la Presa, la más importante fundación monacal de la Orden Cisterciense que se conserva en la Comunidad de Madrid (productora del montaje).

«He transitado todos los monasterios cistercienses de este país –justifica Zamora–. He buscado hasta en Polonia las relaciones de las referencias monásticas con el gran teatro de vanguardia de los 60. He intentado encontrar las vías para pisar un camino coherente». Es la forma (casi obsesiva) de trabajar de la directora de Nao que cree firmemente en su método, unas veces acudiendo a las fuentes, otras, dentro de esa «Nave d’Amores» de Revenga (Segovia), donde se encierran durante semanas «hasta pensar como monjes del siglo XII y XIII»: «Sumergirse durante un año en una bola documental gigantesca para abrir los ojos y entender el pasado y el presente desde una perspectiva muy diferente».

Para su creadora, «Hacia ecos de lo sagrado» es «mucho más que una obra teatral; es un acto de amor, un ritual que propone al espectador escapar de su realidad cotidiana individual para participar en un acto colectivo de conocimiento y reconocimiento». Así, la función permite rescatar de los muros del monasterio aquello que se vincula con los orígenes de la teatralidad; aunque advierte Zamora del «peligro» de una plaza como la del monasterio de Pelayos: «La exuberancia del espacio te puede comer y, por otro lado, el público no puede pensar que estamos en una visita teatralizada».

Se pretende de este modo generar sensaciones, emociones y cuestionamientos intelectuales en el público al encontrarse en un espacio arquitectónico patrimonial que se transforma en escenográfico a través de los sonidos del pasado y de un elenco compuesto por Alfonso Barreno, Juan Díaz de Corcuera, Rafael Ortiz, Alejandro Pau, Elena Rayos, María Alejandra Saturno, Carlos Seguí e Isabel Zamora.

  • Dónde: Monasterio de Santa María la Real de Valdeiglesias, Madrid. Cuándo: del 10 al 13 de julio. Cuánto: 15 euros.