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Estreno en el CDN

Virginia Woolf y la idea de transformación

En una propuesta con todos los ingredientes de su inconfundible estética teatral, Marta Pazos lleva a los escenarios 'Orlando', la novela más famosa de la escritora inglesa

Nao Albet y Laia Manzanares metidos en las pieles de Shermeldine y Orlando, respectivamente CDN

La originalidad de ‘Orlando’ en la forma y en el fondo resulta asombrosa incluso hoy, casi un siglo después de su publicación. Las andanzas de un joven y apuesto noble que vive en cinco siglos distintos, se relaciona con la reina Isabel I de Inglaterra, se enamora de una princesa rusa, viaja como embajador del rey Carlos II a Constantinopla, allí se despierta después de siete días de sueño convertido en mujer, marcha luego a Anatolia y se entrega a la vida nómada, se impregna más tarde de los ideales de la Ilustración y la Revolución francesa, conoce los efectos de la Revolución industrial y llega a vivir incluso la Gran Guerra, ya al final del libro, parecen, a priori, más propias de una comedia musical de Disney que de una honda y transgresora novela modernista repleta de matices y nociones.

Atrevida donde las haya, la directora Marta Pazos se ha embarcado ahora en la difícil tarea de trasladar todo este complejo entramado narrativo de Virginia Woolf a los escenarios en una producción del Centro Dramático Nacional que cuenta con un ecléctico reparto encabezado por Laia Manzanares, en el protagónico personaje de Orlando, el que también encontramos a Nao Albet, Anna Climent, Alessandra García, Jorge Kent, Paula Losada, Paco Ochoa, Mabel Olea, José Juan Rodríguez, Alberto Velasco y Abril Zamora.

La directora gallega Marta PazosVanessa Rábade

Con la historia rondando en su cabeza desde hace años, Pazos, que estuvo al frente de la compañía Voadora en sus 15 años de existencia, ha vuelto a echar mano del dramaturgo uruguayo Gabriel Calderón, con el que ya colaboró en El público, para adaptar un texto que presenta, por su estructura formal y su densidad lingüística, no pocas complicaciones. “Para nosotros era muy importante mantener intactas la belleza de la palabra y la rotundidad del discurso de Virginia Woolf -explica la directora-. Después, cada uno ofreció al otro su visión. Hubo un diálogo continuo. En realidad, era como si fuésemos tres autores trabajando juntos: Wolf, Calderón y Pazos. Por último, apareció un cuarto lenguaje, que es la propia puesta en escena. Y ahí siguió mutando hasta hoy”.

La sociedad patriarcal y la discriminación hacia la mujer, la identidad sexual y de género como concepto personal y cambiante, la libertad para definir y explorar esa identidad propia, etc. son solo algunos de los temas, de palmaria actualidad, que aborda esta insólita novela. “Creo que en todas las épocas se han lanzado ideas -apunta Pazos- que acaban cristalizando en dogmas rígidos. Y esta obra lo que hace es abogar por la libertad, por la fluidez, por no tener que escoger entre un lugar u otro. Woolf nos habla del no binarismo, que es algo absolutamente contemporáneo y que a mí me interesa mucho”. Y, puestos a esencializar el fondo conceptual de la novela, la directora habla de “la transformación, como gran tema, sostenida en dos pilares: por un lado, el tiempo; y, por otro, la identidad, es decir, el propio cuerpo”. “Era un reto difícil y a la vez atractivo -reconoce- meter en un mismo espacio, el teatro, casi 400 años”. Y, en efecto, ese es el verdadero y abismal meollo de esta obra “poliédrica -según Pazos- que ofrece múltiples perspectivas”: la transformación.

La más relevante

Hay que tener en cuenta que ‘Orlando’ no solo fue la novela más exitosa de Virginia Woolf a lo largo de su carrera, sino también la más relevante, desde un punto de vista estrictamente literario, de cara a la posteridad de la escritora. Desde 1928, año de su publicación, hasta hoy, no ha dejado de suscitar nuevos significados e ideas, tanto en la comunidad académica y filológica como en los lectores comunes que ha ido ganando. Se diría que su riqueza y complejidad no tienen fin y trascienden los límites de la letra impresa; tanto que el libro ha adquirido una connotación casi mágica. Porque uno de los asuntos fundamentales que aborda, y que es ese al que alude Pazos de la transformación de toda realidad, por asentada que parezca, en el curso del tiempo, ha escapado de las páginas que lo encerraban para convertirse en continente de la propia obra, y no solo en contenido. De tal modo que la transformación del personaje de Orlando y su realidad en el largo intervalo de tiempo que marca la ficción narrativa -desde finales del XVI a principios del XX- sirve a la perfección para evidenciar otra transformación: la que han experimentado los lectores, tomados como conjunto, en su realidad social y cultural a la hora de aproximarse al contenido del libro desde que se editó por primera vez hasta hoy. El cambio determina la identidad del lector igual que determina la identidad de Orlando.

No obstante, la directora no quiere dar demasiadas pistas sobre cómo se materializa en el lenguaje escénico ese asunto fundamental de la transformación que atraviesa la literatura de ‘Orlando’ y, también, como decimos, el contexto de la obra: “Tendrás que venir a verlo al teatro”, se excusa entre risas.

  • Dónde: Teatro María Guerrero (Sala Grande), Madrid. Cuándo: hasta el 8 de junio. Cuánto: de 3 a 25 euros.