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Tiago Barbosa: «Hay que vivir sin miedo»

Interpreta a Simba en «El Rey León», que ha arrancado su novena temporada ininterrumpida, en la que alcanzarán los cinco millones de espectadores
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Interpreta a Simba en «El Rey León», que ha arrancado su novena temporada ininterrumpida, en la que alcanzarán los cinco millones de espectadores
Ruge la Gran Vía madrileña convertida en una selva en la que el león continúa siendo el rey. Ha cambiado la melena y la corona por unos pantalones ajustados, una americana extremadamente ceñida y una camiseta agujereada que deja entrever su silueteado cuerpo. Tiago Barbosa, el actor que interpreta a Simba, derrocha simpatía, nobleza, sencillez y, ante todo, humildad. Y ello, pese a protagonizar un espectáculo que ha arrancado su novena temporada ininterrumpida, en la que alcanzarán los cinco millones de espectadores. El teatro Lope de Vega, a diario y hasta la bandera, acoge el musical más taquillero de todos los tiempos, habiendo sumado más de 100 millones de asistentes en todo el mundo y más de 70 premios internacionales. Números grandilocuentes, reflejados y avalados por las caras de emoción y felicidad que muestran tantos como van a verlo, a disfrutarlo, a vivirlo.
–¿Cuál es el secreto?
–La pasión. Somos de muchas culturas distintas: cubanos, dominicanos, brasileños, italianos, franceses, mexicanos, sudafricanos... Pero todos tenemos el mismo objetivo: hablar sobre la tierra, el pueblo, la familia, la solidaridad... Humanizarlo para contextualizarlo con mucho amor, que tanta falta hace en la vida real. En los calentamientos, cuando nos miramos, somos conscientes de que 1.000 personas vendrán a vernos y que quizá solo lo hagan una vez en la vida. Por eso intentamos entregarnos al máximo para que sea único e inolvidable.
–¿Se toma cada espectáculo como si fuera el último?
–Desde luego. Estar aquí representando «El Rey León» es una oportunidad magnífica. Antes del «Hakuna Matata» intento pararme a reflexionar cada día en torno a lo que puedo hacer distinto.
–Madrid se ha convertido en la tercera capital mundial de los musicales, únicamente por detrás de Nueva York y Londres. ¿Qué tiene de selva la Gran Vía?
–¡Guau! (risas) Cuando llegué aquí no hablaba español, solo inglés. Es una ciudad un poco loca, muy grande. Es muy linda, pero hay que tener cuidado para que la sabana no te trague. Estudié mucho para hacer bien la obra.
¿Cómo hay que ser para reinar ahí?
–Hay que tener mucha disciplina.
Es usted el protagonista del musical protagonista...
–Me siento bendecido por este triunfo y esta gran responsabilidad. Simba no es un gran protagonista. Es humano, dice la verdad. Y yo soy así en mi vida.
¿Qué siente un rey?
–Soy un trabajador muy disciplinado. Lo cierto es que en mi vida me siento un rey por haber salido de Brasil, haber aprendido una nueva lengua y estar ahí estudiando para hacerlo lo mejor posible. Pero en el trabajo somos todos uno. No hay un Simba titular. Hoy estoy aquí, mañana no sé dónde estaré.
¿El de los musicales es un mundo en sí mismo?
–No es el musical, sino las personas que lo hacen. Para marcar la diferencia hay que actuar con corazón y salir a darlo todo. Siempre que me subo al escenario, me entrego a fondo y doy lo mejor de mí. «El Rey León» es un triunfo porque cada uno de los miembros actúa con la mayor de las pasiones.
¿A usted qué le hace rugir?
–Los desafíos. Hablar en otra lengua, por ejemplo. Esa preocupación por decir las palabras correctas. En Brasil hice esta obra, pero en español...
¿Son diferentes los públicos en Madrid y en Brasil?
–Sí, por una cuestión de cultura. A mí, personalmente, me gustan mucho las canciones en español, porque es como si hubiera más sensaciones. En Madrid está eclosionando un movimiento de musicales, como si hubiese un «boom» que en Brasil empezó hace bastantetiempo. Aquí me encanta cuando se acaba el musical y la gente se levanta emocionada a aplaudir.
Como león, ¿por quién se cortaría la melena?
–Por mis padres.
¿«Hakuna Matata»?
–Sí, desde luego. Hay que vivir sin preocupaciones y sin miedo. No hay nada que temer, vamos a vivir.

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