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La isla de Kampa, un oasis para románticos en el centro de Praga

La Isla de Kampa es un oasis de color y sosiego en medio de Praga, un lugar donde muchas parejas rubrican con símbolos su amor y disfrutan sin prisa de rincones pintorescos, como "la calle con el semáforo", "el puente de los cerrojos"o "el muro de John Lennon".

Miles de cerrojos, que simbolizan las promesas de fidelidad, cuelgan del parapeto en un viejo puente de piedra que cruza el ramal del río Moldava.

Este trecho del río, con sus apenas cinco metros de anchura, se llama "Certovka"o canal del diablo, un testimonio más de la frecuente presencia de duendes y personajes fantásticos en las tradiciones checas.

Uno de ellos, el "vodník"de los cuentos infantiles, aparece sentado en una piedra con mirada inocente, pero dispuesto a ahogar a quien ose acercarse al agua.

Un poco más allá del puente se levanta el "muro de John Lennon", uno de los pocos reductos de expresión artística "underground"durante la dictadura comunista checa.

"Cuando en el año 1983 asesinaron en una calle de Nueva York a John Lennon, los jóvenes checos hicieron aquí un pequeño monumento. Cada año, en diciembre, le recordaban. Era una pequeña reunión, de carácter piadoso, en la que tocaban su música", explicó a Efe un anciano del lugar.

"Aquello no gustaba al régimen, que mandaba a sus policías y los echaban en medio de grandes voces y haciendo mucho teatro", recordó también este nostálgico, quien asegura que fue uno de los apaleados durante uno de los rifirrafes con los agentes del orden.

Él mismo lamenta que en democracia el sitio haya perdido su carácter y ya no tenga el atractivo que tenía antes.

En la isla abundan los parques arbolados, lo que permite encontrar buenas sombras en los días de calor, o simplemente retozar en la hierba, en medio de un silencio sólo alterado por las sirenas del barcos y el graznido de las gaviotas.

El trazado de la isla de Kampa está lleno de vericuetos, pasadizos mágicos, antiguas fachadas barrocas remozadas, lujosos restaurantes o atrios de casas donde tomarse una fría cerveza a precios más asequibles.

La taberna "Cas"(Tiempo) está retranqueada en una de las callejuelas de Kampa, por lo que no es fácil encontrarla, pero ofrece medio litro de cerveza "lager"Budvar 10° a sólo un euro, una buena noticia para la clientela estudiantil.

Kampa tiene también muchos puntos de acceso al río, algo que la hizo muy vulnerable en época de riadas, pero muy agradable para saborear un café en las terrazas instaladas a sus orillas o para remontar el cauce en pequeños vapores, pilotados por exóticos marineros negros.

Uno de esos pasadizos es conocido como "la calle del semáforo", en la que hay que accionar un dispositivo para pedir paso, ya que de encontrarse dos personas caminando en direcciones opuestas podrían ocurrir episodios desagradables.

Otro de los atractivos de esta pequeña isla llena de tesoros es el globo estático, con el que dos personas a la vez pueden elevarse hasta 60 metros de altura y contemplar durante 15 minutos el paisaje.

La isla también tiene sus museos, como el dedicado al escritor Franz Kafka.

En la misma plazoleta del museo destaca un conjunto escultórico del polémico artista David Cerny, en el que dos hombres orinan sobre un mapa de la República Checa.

No faltan tampoco los pavos, que campan alegremente en el parque de Vojanov, el más antiguo de Praga, pues data de 1248 y antiguamente perteneció al obispado de la ciudad.