Nadal
Nadal remonta a Tsitsipas y espera el triunfo de Medvedev ante Zverev para meterse en semifinales de la Copa Masters
El balear logró otra épica remontada ante el griego: 6-7 [4/7], 6-4 y 7-5
Dieciocho juegos después, Rafa Nadal tuvo sus primeras pelotas de break ante Tsitsipas. No las aprovechó. Tampoco la tercera, pero sí la cuarta, para encaminar el segundo set e igualar el partido. Porque sin bolas de ruptura el griego se había llevado un primer parcial muy ajustado en un tie break en el que el miedo pudo más que el juego. Los saques se habían impuesto durante el transcurso del set más o menos sin sobresaltos para ninguno de los dos jugadores, y en el juego de errores que fue el desempate, perdió Nadal. Un revés y una derecha que se quedan en la red y el heleno tomó la ventaja que necesitaba.
Pero si algo ha demostrado el español en este torneo es que la palabra "rendición" no existe en su diccionario. Pocas veces en su carrera se le ha visto dejarse ir. Aunque la clasificación para semifinales de la Copa Masters no dependía exclusivamente de él, tenía que esperar a que Medvedev pudiera con Zverev en el duelo de la noche, quería cumplir su parte. Y no sólo confirmó el break, también una mejoría en su juego. No está con la confianza plena el zurdo, duda en algunas bolas y a veces se queda corto, pero de actitud está increíble. Y para él muchas veces querer es poder.
El servicio, que era el golpe de las dudas tras su lesión en la zona abdominal, sí le está funcionando, y lo está sabiendo variar para no ser previsible. Poco a poco, con más seguridad, el español se fue metiendo en pista y apretando en las pelotas cortas que le dejaba Tsitsipas. ¿Se dejaría ir el griego en el tercer set? Total, él ya estaba clasificado y podía haber dosificado, pensando en las semifinales... Pero no, en absoluto: cuando con 2-2 y 15-40 se vio contra las cuerdas en la última manga conectó un primer saque directo, un servicio-derecha-red y asunto resuelto. Había que seguir jugando. Empezó la batalla de verdad. Los momentos del partido de más nivel y más emocionantes.
Nada de guardar energía. Rafa estaba en su momento tenístico más alto: su cabeza despejada, sirviendo perfecto y más agresivo que nunca en Londres esta semana, sobre todo cuando encontraba la derecha paralela. Las ideas claras: al ataque en cuanto pudiera. ¡A la red! Y amenazaba y amenazaba el saque de su rival, al que hizo correr una barbaridad. Más pelotas de ruptura desaprovechadas por el español hasta que con 5-5 conectó una derecha en carrera espectacular que ni Tsitsipas se lo podía creer. Menuda cara se le quedó. Así se generó la novena oportunidad, con la que logró el segundo break pudiendo con la subida de su rival, que voleó fuera. Lo ratificó después con su saque. Cerró el partido sin ninguna pelota en contra de perder su servicio.
Cumplió su parte de forma fantástica. Ahora le toca esperar al siguiente partido: si Zverev gana a Medvedev estará fuera de la Copa Masters. Si es el ruso el que vence, clasifica al español para semifinales, donde se mediría con Federer. Y ojo si logra seguir adelante. La moral la tiene por las nubes...
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