Sainz, Alonso, Barreda... Las opciones de victoria española en el Dakar 2020

El 5 de enero arranca en Arabia Saudí la 42º edición del rally más duro del mundo, el Dakar, una prueba que cambia de escenario, de Suramérica a Oriente Medio, y que, según aseguran sus creadores, conserva el espíritu combativo que siempre caracterizó a la carrera. Serán 12 etapas (con una media de 450 kilómetros luchando contra el cronómetro) en las que los pilotos deberán afrontar superficies muy diferentes: dunas, cañones, montañas, terrenos rotos… La navegación será otro factor a tener en cuenta buscando los puntos de paso obligatorios siguiendo las indicaciones de los libros de ruta (que se entregan a los copilotos momentos antes de partir), porque el GPS es algo que no se puede usar y para eso todos los coches portarán cámaras interiores que controlarán en directo el cumplimiento de la norma. Además, los teléfonos móviles de piloto y copiloto quedarán alojados en una caja precintada en el propio vehículo que los comisarios podrán abrir una vez que la etapa haya concluido. Con este tipo de medidas buscan que no haya nadie que pueda tener ventaja a la hora de elegir una ruta u otra.

Un total de 565 participantes tomarán parte en la carrera, ya sea como pilotos o navegantes, y otras 2.500 formarán parte de la caravana entre mecánicos, personal de asistencia, médicos, pilotos de helicópteros, logística, etc. Carlos Sainz parte como favorito a la victoria en la categoría de coches a los mandos de un Mini (no tiene nada que ver con un Mini de calle porque se trata de un buggie desarrollado por un equipo privado que cuenta con el apoyo de la marca y la carrocería tiene algún rasgo parecido a los coches de serie) y esta vez el chasis y el motor cuentan con una evolución supervisada por el propio piloto madrileño desde el pasado año, lo que seguramente haya dado una amplio margen de mejora al coche. Sus rivales directos serán, por un lado, su propio compañero, Stephane Peterhansel (el piloto que más veces ha ganado el Dakar, 13, tanto en motos como en coches), y la armada de Toyota con el Hilux y su principal baza, el vigente ganador, el catarí Nasser Al-Attiyah y el especialista Giniel de Villers, que tiene como navegante al español Álex Haro. El tercer Hilux lo conducirá Fernando Alonso, que debuta en la carrera después varios meses de preparación, unos pocos test y tres raids, con lo que su objetivo principal es acabar la carrera. Marcarse otra meta sería una locura y así lo afirman quienes conocen esta prueba repleta de trampas y que requiere de mucha experiencia.

Con el mejor coche, pero...

El asturiano ha experimentado una gran mejoría desde que llevara a cabo los primeros ensayos, pero adaptarse a una prueba de estas características es algo que no se hace de un día para otro. Y mucho menos él, que viene de los circuitos, porque si lo hiciera del mundo de los rallyes sería otra cosa, aunque el caso más reciente es el de Sebastien Loeb, el piloto más laureado en esta especialidad, que después de cuatro ediciones no pudo obtener la victoria. Paradójicamente, el ovetense compite con uno de los mejores coches y el mejor material, algo que le faltó en la F-1 en los últimos años.

Otros españoles que están en la línea de salida son Nani Roma, Óscar Fuertes, Cristina Gutiérrez o el televisivo Jesús Calleja. En motos, otro español parte como favorito a la victoria: Joan Barreda, que será la principal baza de Honda frente a la legión de KTM comandada por Tobi Price, ganador en 2019. Como siempre, el Dakar será una carrera en la que templar los nervios será clave y en la que contará mucho ser capaz de «oler» las zanjas y las trampas, y saber elegir el momento de correr mucho o mantener el ritmo para no sufrir cualquier contratiempo. Y en eso hay dos maestros en esta edición: Peterhansel y Sainz.