Sección patrocinada por: sección patrocinada

Boxeo

Coronavirus. Así ha vivido la selección española el preolímpico en Londres. “Como cualquier competición”

El campeonato se celebró con normalidad, el lunes por la mañana se cerró al público y por la tarde se suspendió

Gabriel Escobar
Gabriel Escobarlarazon

Londres ha vivido los últimos días al margen de la realidad. Las medidas restrictivas que se aplicaban en otros países no servían de ejemplo para el Gobierno británico. Y en la capital, como si no pasara nada, los boxeadores del equipo olímpico español intentaban ganarse la clasificación para unos Juegos Olímpicos que no saben cuándo podrán disfrutar.

El preolímpico de boxeo se disputó con normalidad hasta el pasado domingo y sólo el lunes se decidió disputar los combates a puerta cerrada. Pero la realidad ha acelerado la toma de decisiones y el boxeo, que vivía en libertad hasta el domingo en Londres, decidió suspender la clasificación para los Juegos.

Los combates del lunes han sido los últimos de un torneo que tenía previsto terminar el próximo martes, día 24. A España, al menos, le ha dado tiempo a clasificar a dos boxeadores para los Juegos de Tokio: Gabriel Escobar, en la categoría de 52 kilos y José Quiles, en la de 57.

Hasta la tarde del lunes los boxeadores españoles hacían vida completamente normal en Londres. «Aquí no está habiendo ninguna restricción de la organización ni de la competición ni de nadie. Es como cualquier competición a la que vamos. Nos levantamos, vamos el pesaje, al reconocimiento médico, al estiramiento, comemos, damos un paseíto...», contaba Rafa Lozano, el seleccionador español antes de la suspensión.

Lo único que cambiaba eran las precauciones de los boxeadores y del cuerpo técnico, más de las habituales en cualquier otra competición. «Los muchachos intentan resguardarse un poco más de la cuenta por todas las noticias que están llegando de España, pero aquí no se vive esa alarma que hay allí. Vivimos el día a día normal. Voy a un centro comercial que hay al lado, me tomo mi café. No estoy haciendo ningún cambio aparte de tomar mis medidas, lavarme las manos, tocar lo menos posible, no dar la mano, pero el resto es todo igual», añadía Lozano.

Antes de llegar a la competición, los boxeadores se sometieron a reconocimientos médicos. «Están sanos como una pera», dice el seleccionador. «Ninguno tiene nada fuera de lo normal, ni fiebre. En el pesaje les toman la temperatura y no creo que pase nada», explica. «Yo intento controlar mucho a los muchachos, que se laven las manos, intentar no dar la mano a la gente y si puedes hacerte un poco el remolón y no saludas tampoco pasa nada. Son medidas muy básicas, pero son las más extendidas», añade. Y para el cuerpo técnico, las precauciones son las mismas. «Las medidas, las normales, a entrenadores que conozco los saludas de lejos o les doy el puño», dice Lozano.

Sí han tenido especial cuidado con el material. «Va pasando continuamente de uno a otro. Cuando dan los guantes, los secan completamente y lo desinfectan antes de dárselo a otro», reconoce el seleccionador.

Lozano ya tiene experiencia en este tipo de competiciones. Ya era seleccionador hace cuatro años en los Juegos de Río y como boxeador ganó dos medallas olímpicas, la de bronce en Atlanta ‘96 y la de plata en Sidney 2000. Sabe cómo funciona la cabeza de un boxeador y ha intentado que estuvieran centrados en el objetivo de conseguir la clasificación para los Juegos. «Ya que estamos aquí, vamos a competir», dice.

Pero las distracciones son muchas. Las noticias que llegan de España por el coronavirus por un lado. Y el futuro de los Juegos, por otro. «Nosotros hemos estado más preocupados por ganar los combates que por lo que está pasando ahí. El cuerpo técnico y yo intentamos no darle más importancia de lo que tiene. Si nos cierran el aeropuerto, nos quedamos aquí. Que llegamos y nos ponen en cuarentena, por lo menos ya estamos en casa», asume Lozano, siempre intentando mirar la parte positiva de la situación para que sus deportistas no se desanimen. «Haces bromas para quitarle un poco la gravedad que realmente tiene».

En la mañana del lunes ya se planteaba la posibilidad, más como un rumor que como una medida real, de que el torneo se acortara y que se terminara cuando ya se conocieran todos los boxeadores clasificados. Hay categorías en las que se clasifican los ocho primeros, por los que desde cuartos se hacía innecesario continuar la competición. Así consiguieron llegar a Tokio Gabriel Escobar y José Quiles. «En otras categorías se clasifican los seis primeros, quinto y sexto son los que pierden con el campeón y el subcampeón. Una vez que se disputan las semifinales ya se sabe quiénes son», explica el seleccionador español.

Sin embargo, ninguno de los boxeadores quería irse a casa antes de tiempo. Cada combate ganado, cada eliminatoria ganada son puntos para el ránking y pueden marcar la diferencia entre ser cabeza de serie o no, entre ahorrarse las primeras rondas en los Juegos o no. Ninguno de los españoles había manifestado su intención de regresar antes de tiempo. «Al revés, ‘‘como me clasifique ya voy a por el oro, sin ninguna presión’’, dicen. Quieren seguir compitiendo», asegura Lozano. Aunque el cuerpo técnico de la selección les había dado libertad. «Aquí por obligación no está nadie. Si uno dice que no quiere competir más, se habla con la organización y se expone», añade.

Lo mismo hubiera pasado si antes de clasificarse uno de los boxeadores españoles hubiera querido volverse a casa. «No pasa nada, vas al otro clasificatorio, que ya estarán las cosas mejor, y sin problema», admite el seleccionador. El otro clasificatorio es el preolímpico mundial, una repesca que se disputa en París y que ya antes de la suspensión del preolímpico europeo se había aplazado. Se iba a disputar entre el 14 y el 24 de mayo y ahora se disputará un mes después, entre el 14 y el 24 de junio. Aunque esas fechas se pueden modificar. Todos los clasificatorios continentales se han cancelado y el departamento de boxeo del COI les busca acomodo en el calendario entre mayo y junio.

La preocupación ahora de los españoles es salir de Londres. El martes por la tarde o el miércoles por la mañana esperan estar de regreso en España.