Coronavirus

Entrevista con Chuso García Bragado: “Con el cambio, espero que la marcha no sea en Sapporo y vuelva a Tokio"

Los Juegos de 2020 iban a ser sus octavos, con 50 años. El cambio a 2021 no le ha hecho perder la ilusión de estar allí. Tendrá que ser con 51. Avisa de que “vendrán tiempos difíciles” en lo económico

García Bragado, durante los 50 kilómetros marcha / Reuters
García Bragado, durante los 50 kilómetros marcha / Reuterslarazon

Jesús Ángel, Chuso, García Bragado (Madrid, 1969) habla con tranquilidad, sin dramatizar en exceso, del aplazamiento de los Juegos de Tokio a 2021 y del coronavirus, aunque ambos asuntos le han tocado de cerca: “Montse, mi pareja y entrenadora, se contagió yo creo porque fue a buscar a su madre al hospital, el lunes de la semana pasada vino con fiebre a casa y ya llevaba una semana y ha decidido que la lleve al hospital porque estaba mejor allí que aquí. Se ha quedado hasta que digan que vaya a buscarla, porque tampoco se puede entrar ni al hospital. Tiene toda la sintomatología, fiebre, tos, malestar general... Porque lo que va haciendo el virus es atacar el pulmón, y se genera una inflamación”, explica en conversación telefónica. El aplazamiento de Tokio supone un reto para él: iban a ser sus octavos Juegos. Con 50 años. Tendrán que ser con 51.

-¿Cómo ha recibido la noticia del aplazamiento?

-Cuando empezó esto en China nuestro fisioterapeuta bromeaba diciendo que no nos preocupáramos, que los Juegos no iban a ser este año, que iban a ser el que viene, pero porque la epidemia estaba en Asia, no porque fuera a venir aquí... Y mira, pero ahora me lo veía venir. Estaba ya pensando los meses que me quedaban para retirarme y todo se ha complicado en una semana vertiginosa. Estaban hablando de más escenarios, a lo mejor yo tenía más preferencia por que se hicieran en otoño, pero ha llegado un momento en el que los americanos han hecho un boicot encubierto y esto estaba ya sentenciado. El Comité Olímpico Internacional se ha visto en la obligación de hacer algo que no ha hecho nunca, que es hacer unos Juegos Olímpicos en año impar.

-¿Le parece una decisión buena?

-Ha sido una decisión abocada un poco por los acontecimientos, me imagino que si hablas con el núcleo duro querrían solucionarlo todo este año, porque tienen compromisos económicos, de televisión... Ahora les supone, por ejemplo, cambiar todo el tema de la Villa Olímpica [se iba a convertir en pisos], y los japoneses no es: ‘Oye, que en lugar de este año te lo doy el que viene’. Entonces supongo que eso les va a generar un contratiempo. En vez de anticiparse a los acontecimientos han dejado que los acontecimientos los atropellaran. No tenían otra solución. En 2022 fechas había, pero trastocaba todos los sistemas de competición, la clasificación...

-Los que ya tenéis plaza para los Juegos, ¿se respetará?

-Eso lo tendrá que ver ahora la Federación, cómo lo decide, los criterios de selección eran en función de que acabábamos de venir de Doha [del Mundial], y cambia un poco todo. Con los futbolistas, por ejemplo, qué haces, ¿los que han clasificado a España no los llevas porque ya tienen más de 23 años? Lo mejor es hacer un paréntesis, como si se hubiera parado todo, y volver a retomarlo donde se ha dejado. Como si se detiene un partido y se reanuda donde se quedó la pelota, no sacando desde el centro. A ver, para algunos puede ser perjudicial y para otros beneficioso, como puede ser María Vicente, que estos Juegos quizá le pillaban muy joven y el año que viene ya tendrá 20 años.

-Y usted va a por ellos con 50...

-Yo tenía pensado desde un inicio estar en los Juegos en Tokio, es la última vez, a priori, que se va a celebrar la prueba de 50 kilómetros marcha [se cambiará por 30], que es mi especialidad toda la vida, y por eso me planteé llegar hasta los Juegos a Tokio. Sabía cuál era el itinerario, sabía que en Doha, un sitio con tanto calor, las marcas iban a quedar discretas, y era una posibilidad; si lo preparaba bien, podía estar a la altura de gente más joven. Lo que sí me gustaría es que aprovechando el cambio se recapacite y se mantenga tanto la maratón como la marcha en Tokio. Ahora tenemos más tiempo para preparar todo, las condiciones de calor y humedad, los atletas ya saben a qué circunstancias se enfrentan, y llevarnos a Sapporo... No es lo mismo que tú estés en la Villa olímpica... Al final los Juegos Olímpicos son más cosas que la competición, es el ambiente, vivirlos... Ahora entre todos podemos hacer presión para buscar las condiciones menos perjudiciales de calor, aunque sabemos que hace mucho calor en Tokio.

-Mentalmente es un año más de entrenamiento...

-Si me dijeran con 55, son muchos años por delante, pero si tienes 50 o 51... Las dificultades que pueda tener ahora son las mismas que el año que viene. Lo miro en positivo. Es un año más para resolver cositas de lesiones de esas que vas arrastrando, que no acabas de curar bien, porque acabas de venir casi como quien dice del Mundial de Doha que había sido en octubre, y en noviembre ya hemos ido a Suráfrica a entrenar para no perder la intensidad y preparar ya los Juegos.

-¿Cómo pasa estos días en casa? ¿Tiene cinta para correr?

-Estoy esperando que venga, la Federación tiene un patrocinador que es Go Fit y está haciendo todas las gestiones posibles para que los máximos atletas tengamos una cinta. Vamos, los atletas de correr, los pobres lanzadores o saltadores no tienen mucha opción, salvo que tengan en su casa un granero como el famoso de los americanos para saltar y hacer de todo. Como nos quedan días en casa, en esas estamos, hasta entonces hacemos gimnasia, lo que podemos.

-No saber si había Juegos generaba ansiedad...

-Si me pilla con 25 años menos igual estoy subido por las paredes por no poder salir, pero yo lo entiendo. Al tener ya notificado que hay un año por delante esa ansiedad queda un poco disminuida. Ahora a lo que hay que estar es a lo importante: que todos volvamos a la rutina, a la normalidad que teníamos antes. Ahora hay que conseguir que ojalá esta semana se reduzca la famosa curva de epidemia y que vayan quedando menos días para que termine el confinamiento.

-El cambio también les puede afectar en el tema de las becas...

-Hay que hacerse a la idea de que después de esto vendrán momentos difíciles y habrá que adaptarse a ellos. Nosotros no somos ajenos a la situación económica que va a tener el país. Lo que tenemos que hacer entre todos es arrimar el hombro para volver al menos a la situación que teníamos ahora, e incluso, aunque puede ser arriesgado decirlo, a una mejor. Habrá que adaptarse a esta situación, como todo el mundo. Como difícil lo va a tener el que tenga su negocio para abrir la persiana y salir adelante. Tenemos que ser un ejemplo.