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Deportes

Los entrenadores se reinventan: ¿cómo preparar a los deportistas a distancia en el confinamiento?

Lo cuentan Fernando Rivas, técnico de Carolina Marín; y José Antonio Quintana y Antonio Serrano, que dirigen a atletas en el CAR de Madrid: vídeos para analizarse a sí mismos, correcciones por Skype, labor psicológica...

Una de las conexiones múltiples del grupo de bádminton, con Fernando Rivas y Carolina Marín
Una de las conexiones múltiples del grupo de bádminton, con Fernando Rivas y Carolina MarínInstagram

El 27 de enero de 2019 Carolina Marín se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha y apenas una semana después ya estaba con una raqueta de bádminton en una mano y la muleta en la otra. Su entrenador, Fernando Rivas, adaptó la preparación a las posibilidades que tenía la deportistas, y eso mismo están haciendo también durante este confinamiento por el coronavirus tanto Rivas como sus colegas de otras disciplinas, que han tenido, de alguna manera, que reinventarse.

Ahora Carolina va camino de los dos meses sin tocar la raqueta, en su casa en Huelva. “El menor problema es la preparación física porque Carolina dispone de bastante material que le hemos enviado para que entrene con la máxima calidad”, explica Fernando Rivas, que tiene conexiones con ella por Skype junto al preparador físico, Guillermo, para que haga las correcciones oportunas. “Además, tenemos el control del esfuerzo porque ella se pone su pulsómetro y al compartir pantalla podemos ver las pulsaciones a lo largo del trabajo”, continúa. Por otro lado está la técnica. “Es un inconveniente, pero no me preocupa tanto. Como ella dice: no va a dejar de saber jugar; y si no sabe, pues si ha aprendido una vez, lo hará otra”, cuenta su entrenador, que ante la imposibilidad de jugar, ha buscado otra manera para mejorar en lo táctico: “Estamos haciendo análisis de vídeo, seleccionamos clips de sus patrones para que tome conciencia. Por ejemplo, en la última sesión de vídeo le hicimos un montaje de todos los ataques en los que pierde iniciativa, para que ella buscase la razón. En una siguiente reunión planteará las alternativas que ha encontrado y yo le iré dando otras opciones para que tenga en cuenta otras aparte de las suyas... Lo que pretendo en estos tiempos de confinamiento es que ella pueda ver el bádminton como lo veo yo, pero que además lo pueda ejecutar”. Es decir, que haga un poco de entrenadora de si misma para verse y estudiarse desde fuera.

“Ha cambiado radicalmente, es un trabajo totalmente presencial y ha pasado a ser virtual”, asegura José Antonio Quintana, que dirige en el CAR de Madrid a un grupo de marchadores, entre los que está, por ejemplo, el subcampeón de Europa Diego García, y que estos días se ha dedicado a “supervisarles un poco la técnica con las aplicaciones de Zoom y Skype porque a los de élite les han puesto una cinta en casa y han podido marchar y correr”. Hay un problema añadido para motivar a los atletas estos días: “Se suspendió el Europeo y no hay un objetivo a la vista hasta el año que viene, así que tendremos que pasar a hacer una especie de pretemporada y dejar de lado los entrenamientos de más calidad”, afirma Quintana. La medida que se tomará desde el 2 de mayo de dejar salir a la calle a hacer deporte de forma individual cambia algo el panorama. “La carretera es nuestro medio natural. Aunque ya no tenemos que entrenar fuerte, mejor hacerlo al aire libre, sobre todo para los jóvenes, que tenían menos medios”, añade Quintana. “Lo de entrenar fuera será un siguiente paso en el entrenamiento, pero como en estas fases, los primeros días se cogen con ganas pero cuando lleven dos semanas entrenando en solitario fuera también estarán deseando hacerlo en grupo o en lugares donde lo hacían antes”, opina Antonio Serrano, que también entrena en Madrid, en su caso a un grupo de unos 25 fondistas, entre los que tiene gente más joven que está más tranquila con los estudios y con su familia en casa, veteranos que incluso ya le piden más intensidad porque se han adaptado a las sesiones “indoor”, y los que aspiran a estar en la selección o ya tienen plaza para los Juegos como el maratoniano Javi Guerra.

“Otro punto importante es que viendo que la evolución de la pandemia va despacio, hay mucho miedo en el ambiente respecto a volver a la normalidad y podría decirse que el trabajo psicológico con el atleta es más importante: ya por cansancio ni preguntan cuándo habrá competiciones, están hastiados de la situación y hay que animarles y decirles que antes o después esto pasará y que hay mucha gente trabajando para ello y que lo conseguiremos”, plantea Serrano. “Entrenar en casa y sin objetivos cada vez se les hace más duro y es importante que no les aparezcan los miedos y preocupaciones por lo que vendrá, pues tanto oír hablar de las consecuencias económicas y sociales de la pandemia tampoco ayuda”, prosigue. En este sentido, José Antonio Quintana acaba de preparar “un decálogo de normas para la Federación Española diciendo cómo sería la desescalada deportiva”. “Tenemos que entrenar como lo que ha sido: un parón grande con efectos psicológicos, técnicos... Y no todos han estado en las mismas condiciones de ahí que tendrán que seguir pautas distintas”, describe el preparador de marchadores.

La labor psicológica con Carolina Marín ha sido doble porque su padre sufrió un grave accidente recientemente. “Hemos tenido que adaptarnos hasta que la situación ha mejorado. Era muy estresante, difícil de gestionar, los datos que íbamos cogiendo cada día de su variabilidad cardíaca o su estado de estrés nos indicaban que no era apropiado subir la carga de entrenamiento. Todos hemos hecho una buena labor de equipo para ayudar desde la distancia en todo lo que hemos podido. Esa situación está más resuelta y los valores hacen que Carolina ya esté entrenando el físico con normalidad, con cargas altas”, desvela Fernando Rivas, que también ha utilizado este tiempo para que la campeona olímpica descanse un poco: “Se lesionó el año pasado y la recuperación fue muy buena, se ha puesto la cinco del mundo, pero hemos hecho eso forzando mucho, para colmo la situación del padre... Hemos aprovechado para darle vacaciones”, dice Rivas. De ahí que las primeras semanas era ella la que se iba marcando un poco el ritmo de entrenamientos.

“Veo lejano estar con mis atletas entrenando en grupo y la verdad es que lo anhelo. Enviarles entrenos o chatear con ellos no me llena como verles entrenar en el CAR, en el bosque y competir a lo largo de toda la geografía española y mundial, pero hay que ser fuertes, pues la ilusión no hay que perderla nunca”, reconoce Antonio Serrano, que también ha aprovechado estos días “para analizar carreras" de sus atletas y "leer artículos relacionados con el entrenamiento”. “Para estar al día y volver más fuerte”, concluye.