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El peligro del primer “Día D” en la desescalada: el síndrome de Forrest Gump

Martín Fiz aconseja “no salir como los toros en San Fermín, sino disfrutar del entrenamiento”

Outbreak of the coronavirus disease (COVID-19) in London
Un hombre corriendo en Londres al lado del TámesisHENRY NICHOLLSReuters

¡¡Llegó el día!!. Los deportistas en general y “runners” en particular se reencuentran este sábado con la calle, el momento más esperado desde que la pandemia nos encerró a todos el 14 de marzo. Momentos emocionantes, para disfrutar de la libertad, que no deben ir exentos de precauciones, ya que un exceso de ímpetu podrá transformar la fiesta en un problema físico.

Martín Fiz (Vitoria, 57 años), campeón del Mundo de maratón (1995) y de Europa (1994), primer atleta del mundo en ganar, en la categoría de veteranos/máster los seis maratones más importantes del planeta, los ‘Six Majors’, anima a los corredores para que disfruten de la libertad de volver a correr por las calles de su ciudad, pero advierte del riesgo de forzar más de la cuenta. El objetivo debe ser, subraya, “disfrutar”. “Más que hacer una actividad física, debemos sentirnos libres, correr en línea recta, vivir ese momento de liberación. No hay que salir como los toros en San Fermín, sino disfrutar del entrenamiento. Ya es un hito volver al exterior”.

Fiz, un auténtico activista del atletismo popular, señala que para empezar sólo hay que poner el cronómetro para ver la hora de salida y llegada. “Hay que rodar suave, saber gestionar ese momento que nos permite correr en libertad para disfrutar, ante todo sentirse bien”. También recomienda el campeón vitoriano estirar antes y después del entrenamiento, cuidar los giros para evitar lesiones en las articulaciones y mirar detalles como el desgaste de las zapatillas.

El personal de tropa ya está listo para aprovechar ese primer momento de gloria en la franja entre las 6 y las 10 de la mañana. Todos conocen las normas de seguridad y las condiciones anunciadas por las autoridades sanitarias. Se acabaron las carreras por los pasillos, terrazas y salones de las casas. Todos a la calle, pero con cabeza.

A Sagrario, madrileña de Chamberí, “de más de 50 años”, ya se le han quedado pequeños los 20 metros, pasillo incluido, que cada día recorre una y otra vez hasta completar una hora de carrera y casi 8 kilómetros.

Esta “Forrest gump”, como la llaman sus compañeros de trabajo cuando cada día les da los buenos días en el chat con la marca conseguida, está deseando que llegue mañana. Y no sólo para correr por la calle, sino para calzarse la zapatillas de running porque en casa corre con calcetín gordo para no molestar a los vecinos de abajo. Claro, que eso le está pasando factura en pies y rodillas, según reconoce.

Desde el distrito de Chamartín, un sesentón llamado Félix asegura que no sabe lo que hubiera sido de él “de no haber sido por las rutinas adoptadas desde el primer día: lectura , música, cine y deporte” . En el deporte se dividió en mañana y tarde, 90 minutos en cada sesión, 45 minutos andando (dos rectas de 18 metros) y otros 45 trotando. Calcula, por la experiencia de 50 años en el running unos 15 kilómetros diarios, que en toda la cuarentena suponen unos 700. “Desde el sábado seguiré la misma rutina, pero adaptándome al horario impuesto, la misma indumentaria, mismas zapatillas y saldré sobre 90 minutos andando y volveré a casa trotando sin forzar. Haré unos estiramientos suaves desde la cabeza a los pies y si las sensaciones son buenas repetiremos al día siguiente”. El deportista madrileño comenta que irá "con la precaución de llevar mascarilla y espera no cruzarse con nadie, “porque si le veo venir cambiaré mi trayectoria”.

Desde Vallecas otro corredor, Borja, de 30 años, saldrá a la calle “con precaución y mucha calma, primero andando rápido unos 10 minutos para buscar sensaciones y evitar lesiones”. Este ciudadano no ha corrido en casa, ha optado por deportes estáticos, en base a ejercicios como abdominales y flexiones. “Nunca me he agobiado en todo este tiempo. Al principio pasé de hacer deporte, pero no estaba a gusto con la situación y decidí ponerme en marcha con ayuda de aplicaciones y diversos vídeos. Ante todo quise evitar entrar en la desidia”.