Así será la vuelta a los entrenamientos de los deportes de combate: sombras, siempre la misma pareja, mascarillas...

Las federaciones españolas de judo, kárate, taekwondo, boxeo, kickboxing, esgrima y lucha olímpica se han unido en la Unión de Federaciones Españolas de Deportes de Combate (UFEDC), que buscará defender los intereses que tienen en común todos esos deportes. “La unión de estas siete federaciones es una carrera de larga distancia en la que queremos proteger a nuestros clubs, deportistas y técnicos. Las artes marciales transmiten unos valores que son muy importantes en nuestra sociedad, y tenemos muchas cosas en común”, afirmó el presidente de la Federación Española de Kickboxing (FEK), Jesús Eguía. Con más de 300.000 licencias y 4.000 clubs, la UFEDC nace para buscar sinergias en los deportes de combate como búsqueda de patrocinadores y proveedores comunes, influir en la futura Ley del Deporte, la formación cruzada, la celebración de una gala conjunta o luchar contra el intrusismo. “Para ser técnico hacen falta tres años. Hay que luchar contra el intrusismo en nuestras federaciones y lograr que ese técnico formado por nosotros sea valorado, reconocido y esté incluido en la ley de profesiones”, comentó Eguía.

Jesús Castellanos, presidente de la Federación Española de Taekwondo, destacó que esta confederación “ha surgido en el mejor de los momentos” y era “algo muy necesario” para afrontar la preparación para los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020, aplazados a 2021 por el coronavirus. Los presidentes informaron de que han elaborado un protocolo de regreso a los entrenamientos para los deportes de combate, que sigue las recomendaciones sanitarias y que prevé la incorporación de los deportistas a las sesiones individuales a partir de la Fase 2 del plan de desescalada, previsiblemente para el 26 de mayo. En ese protocolo se incluyen cinco etapas: la primera empezaría con un entrenamiento al aire libre, donde se trabajaría la condición física de base. Posteriormente, entrenar en instalaciones, manteniendo distanciamiento, donde se podrían hacer sombras, entrenar contra muñecos... La tercera etapa daría un paso más allá y ya se permitiría entrenar con un adversario, que sería el mismo: se buscarían parejas para prevenir un posible contagio y si se produce tenerlo controlado. La cuarta se podría mantener más contacto con el adversario. Y, por último, la quinta, en la que ya se permitirían desplazamientos interprovinciales. Otra de las propuestas que hicieron es entrenar con mascarilla, como han hecho en otros países como Corea. Para poder ir volviendo a la normalidad, la UFEDC reclamó un mayor acceso a las pruebas PCR para los deportistas federados y consideraron “clave” la apertura de la Residencia Blume en Madrid, donde se alojan gran parte de sus deportistas de alto nivel. Las medidas todavía tienen que ser aprobadas por el CSD.

Seis de las siete federaciones de la UFEDC son olímpicas y en los Juegos de Tokyo el verano de 2021 tendrán a algunos de los deportistas con más opciones de medalla para España, como los karatecas Sandrá Sánchez y Damián Quintero, el taekwondista Jesús Tortosa o los juduco Niko Sherazadishvili y María Bernabéu.