Motociclismo

Entrevista

Albert Arenas: “Ahora mismo mi vida tiene sentido encima de una moto”

El campeón del mundo de Moto3 tardó más que otros en llegar al Mundial y empezó la carrera de ingeniería por si acaso. Sube a Moto2 con el sueño de llegar a MotoGP

Albert Arenas, campeón del mundo de Moto3 2020
Albert Arenas, campeón del mundo de Moto3 2020Aspar Team

Albert Arenas cumple 24 años el próximo viernes y espera que para entonces sus amigos hayan salido ya de la cuarentena tras pasar el coronavirus. Tiene que soplar las velas y, de paso, celebrar su título mundial de Moto3, un éxito al que ha llegado por un camino un poco más sinuoso que la mayoría de campeones.

–Incluso empezó los estudios de ingeniería, algo no muy habitual en el «paddock»...

–Yo he vivido otras cosas, que la mayoría de pilotos no han vivido, pero en mi caso tampoco tuve mucha opción. Estaba en el Campeonato del Mundo júnior, que es sólo por España, y no sabía lo que iba a ser de mi futuro. El sueño de ser campeón lo tenía, pero en ese momento lo que tenía que hacer era compaginar las motos con los estudios. Mi salto al Mundial fue un poco más tarde que los demás. Tuve que decidir y el corazón me decía que las motos, que es por lo que vivo.

–¿Hasta dónde llegó?

–Lo dejé en el segundo año. El otro día me mandó un email un antiguo profesor de la universidad y me hizo mucha ilusión recibirlo y contestar. Me dijo que estaba orgulloso de verme feliz.

–¿Se le hacía raro competir con pilotos más jóvenes?

–No se hace raro en el momento en el que no lo piensas. Para mí todos eran iguales. He intentado aislarme de estas comparaciones y seguir mi camino. No he pensado en los demás.

–Y ahora Moto2...

–Era el objetivo principal, quería evolucionar. Pensando en un futuro en MotoGP tenía ganas de saltar de categoría. Y vamos a ver si puedo pasar rápido por Moto2.

–Dicen que es una jungla.

–Lo es en el sentido de que hay mucha igualdad en los entrenamientos. En carrera hay más diferencias. Ojalá la adaptación sea rápida.

–Y después, MotoGP.

–La idea es centrarme en el reto inmediato que tenemos en 2021, pero voy a estar receptivo ante la posibilidad de MotoGP. Ojalá sea en un año, ojalá sea en dos, pero ojalá sea, es mi filosofía. El objetivo ahora es destacar, disfrutar cada carrera y bienvenido sea lo que venga.

–¿Ser campeón de Moto3 le da a uno para retirarse y vivir de las rentas?

–Depende de lo que cada uno necesite para vivir. Hay quien vive con poco y otros que deciden tener otro ritmo. Ahora, como mi vida son las motos, no me planteo dejarlo. Mi objetivo está aquí. Todo lo demás es un valor añadido, y es importante, porque al final hay que comer. Estoy centrado en el momento y ahora mismo mi vida tiene sentido encima de una moto.

–Tener a un mito como Aspar al frente del equipo debe ser un lujo.

–Jorge lo vive mucho, ha sido un piloto ganador siempre. No puede estar encima de la moto y desde el box sufre más. Estoy muy feliz por haberle dado el título. Es un orgullo poder devolverle toda la confianza de esta manera. Ganar el Mundial con el Aspar Team, que está tan relacionado además con el nombre de Ángel Nieto, ha sido emotivo.

–¿Le parece injusto que se quiera quitar valor al Mundial de Joan Mir por no estar Márquez en pista?

–Todos empezamos sanos y es problema de cada uno tener una caída. En este caso le pasó a Marc, que es algo que nadie desea. Siempre he dicho que quiero luchar en pista, por eso me cabreé mucho en Valencia cuando en la segunda vuelta tuve que entrar al box, o cuando me tiraron en Montmeló. Seguro que Joan Mir hubiera querido tener a Marc enfrente. La lección que hemos aprendido este año es que no se puede dar nada por supuesto antes de empezar.

–¿Compartir entrenamientos con Rins le da un plus?

–Nos beneficia a los dos. Trabajamos en las mismas condiciones. Él me aprieta a mí y yo a él. Entre los dos nos empujamos. Vivirlo con alguien es mucho mejor y se hace más ameno.

–¿Qué es lo primero que hizo tras ganar y que antes no podía por el coronavirus?

–No mucho. Quise juntarme con mis amigos, pero se habían contagiado. Eso sí, fui a cenar fuera varios días seguidos y ya me preocupaba un poco menos, aunque no puedes relajarte.