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Los 5 motivos de la crisis del Barcelona

El equipo azulgrana deambula por la Liga, en la que no despega, y ya está a doce puntos del Atlético de Madrid

Los jugadores del Barcelona, hundidos tras el segundo gol del Cádiz, que, al fondo, lo celebra
Los jugadores del Barcelona, hundidos tras el segundo gol del Cádiz, que, al fondo, lo celebraJON NAZCAREUTERS

Un paso adelante y dos atrás, y el Barcelona que no arranca en la Liga. La derrota en Cádiz ha hecho mucho daño al conjunto azulgrana y a Koeman, que tenía esperanzas en este mes de diciembre con cuatro partidos en casa (Levante, Real Sociedad, Valencia y Eibar) y dos fuera (Cádiz y Valladolid) para remontar en el campeonato. Pero ha empezado del revés y sólo suma 14 puntos, la peor cifra de su historia desde que las victorias valen tres (temporada 1995-96) a estas alturas de temporada, estando ya en diciembre a doce del Atlético y a seis del Real Madrid, aunque los de Zidane tiene un partido más. Estas son las causas de la crisis barcelonista:

1. Errores individuales

Se suele decir que el fútbol es un deporte de errores, pero los del Barcelona están siendo de bulto y están sorprendiendo hasta a Koeman, que no entiende nada. Son demasiadas concesiones individuales: el penalti absurdo de De Jong contra el Getafe, el penalti ridículo de Lenglet ante el Real Madrid, el fallo de Ter Stegen ante el Atlético, el de Piqué y Neto contra el Alavés y el colmo: el gol de Negredo para el Cádiz. Muchos regalos en un equipo que además no es imponente, que tiene buenas maneras, pero tampoco es arrollador generando una ocasión tras otra y que a veces se atasca con el gol y ante defensas muy cerradas le cuesta crear peligro.

2. Mucha fragilidad

Pero quedarse en los errores individuales sería simplificar demasiado. El Barcelona, que las dos primeras jornadas de Liga las empezó sin encajar goles, no suele dejar su portería a cero. Aparte de ese inicio sólo lo logró contra Osasuna, lo que lleva a la siguiente causa...

3. Sin capacidad de reacción

Se llevan diez jornadas de Liga y en seis ha empezado el Barcelona perdiendo. En cuanto le vienen mal dadas, le cuesta reaccionar. Es un equipo con la moral frágil y no tiene capacidad de superar los golpes. De esos seis 1-0 o 0-1 no ha logrado voltear el resultado ninguna vez. Contra el Atlético de Madrid, el Real Madrid y el Getafe ni creo peligro tras verse por detrás (contra los de Zidane después del 1-2, porque al 0-1 sí respondió) y contra el Sevilla sólo llegó al empate, como contra el Alavés, pese a que el conjunto vitoriano estaba con diez jugadores casi toda la segunda parte. Ahí al menos rascó un punto. Contra el Cádiz, nada. El final de estos dos últimos partidos ha sido caótico, desordenado, con posibilidades de marcar, pero también de recibir, sin las ideas claras. Insuficiente. Se pone de los nervios el Barça en cuanto se ve por detrás y ahí también hay que mirar al banquillo: Koeman mueve piezas, pero no encuentra soluciones y tampoco logra imponer espíritu de superación en los suyos.

4. Sin Messi

Y en situaciones como las del punto anterior, otros años solía contar con la zurda salvadora de Messi. Que el equipo no tenga “Messidependecia” es una idea estupenda, pero es que el argentino está pasando del todo al muy poco. Empezó el curso, después del lío del burofax y su fallido intento de marcharse, con cierto ánimo que se ha ido diluyendo. Está taciturno, enfadado y ya mostró su malestar al regresar de los partidos con Argentina. Se habla más de él por lo que sucede fuera del campo que dentro. Suele empezar bien los encuentros, participativo, pero va desapareciendo y las situaciones de remontar, de tener que tirar de galones, no está siendo decisivo. Lleva cuatro goles en Liga, pero ninguno ha sido trascendental: el 3-0 al Villarreal, el 3-1 y 4-2 al Betis y el 4-0 a Osasuna.

5. Plantilla incompleta

Herencia de la presidencia de Bartomeu y de la crisis del coronavirus. El Barcelona ha dado unas pérdidas de 96 millones de euros y tiene las manos atadas para fichar. Koeman quería un central y un delantero para completar el equipo, pero sin salidas no podía haber entradas. Centrales están siendo los del filial, Araújo y Mingueza, y delantero ha terminado haciéndose un hueco el denostado Braithwaite. Eso más las lesiones hace que el equipo esté incompleto. Hay muchos jugadores jóvenes que aportan, pero los veteranos y expertos no están ayudando: falta más personalidad de De Jong, menos despistes de Alba, menos regalos de Lenglet, que Messi despierte, que Ter Stegen no falle...