Champions
Las 4 claves de la victoria del Real Madrid contra el Liverpool: Nacho, Militao, la agonía..
El equipo de Zidane está en las semifinales de la Champions tras un gran trabajo en Anfield, pese al agotamiento
El Real Madrid jugará la semifinal de Champions contra el Chelsea después del ejemplar partido defensivo que hizo en Anfield, contra el Liverpool. Con muchos problemas atrás y con Fede Valverde jugando de lateral derecho con un indisimulable golpe en el pie, pero aguantando hasta el final del choque, ya como centrocampista. Fue el partido de los héroes.
- Nacho y Militao. Era el día para confirmarse o para olvidarse de ser alguien en el Real Madrid. Y se confirmaron. “Intento hacer mi trabajo lo mejor posible. Estoy en la mejor temporada de mi carrera, me encuentro con mucha confianza”, aseguró Nacho después de frenar a Salah en todas las acciones. En cuanto recibía de espaldas, el canterano saltaba para impedir que se diera la vuelta. No dudó nunca Nacho y mostró una personalidad que no siempre se le ha visto. Quizá porque siempre ha estado a la sombra del otro central y esta vez tuvo que dar el paso al frente. Ahora ya se va a quedar ahí. Es un líder: “Tanto Militao como yo hemos demostrado que podemos jugar aquí y podemos hacerlo bien. Tenemos condiciones de sobra para jugar partidos como el de esta noche”, aseguró Nacho, para reforzar también el papel de su compañero en la defensa. Ambos sostuvieron al equipo, cerraditos atrás, evitando cualquier remate en los balones que iban al área y siempre molestando al delantero, incluso cuando habían perdido la posición. Esta clasificación se debe, en mucha parte, a ellos.
- Defender como nunca. Los dos centrales estuvieron más arropados que nunca. Primero por Courtois, una vez más decisivo para evitar las buenas oportunidades que tuvo el Liverpool, sobre todo al principio y un rato de la segunda parte, pero también por todo el equipo. El Madrid defendió muy atrás, porque ahí se sentía más seguro y estaba más junto. Hasta Vinicius, que apenas llegó al área rival, porque el plan era no perder la posición, no dejar ni un espacio y que el Liverpool no saliera corriendo al robar una pelota. Por eso Vini apenas encaró, como Asensio. Los acompañantes de ataque de Benzema estuvieron todo el partido jugando con la mirada hacia atrás, para evitar que el lateral fuera superado. No era cuestión de lucirse en ataque y sí de defender con rotundidad durante todo el encuentro. Funcionó.
- Un equipo competitivo. El Madrid estaba muerto en los dos primeros partidos de la Champions y otra vez se oyeron los tambores de despido cercando a Zidane. No ha sido fácil nada. Las lesiones, el coronavirus y una plantilla que está al límite, pero que compite como ninguna en Europa. Sabe jugar de diferentes formas los partidos: dominando casi siempre, pero no le importa esperar atrás para tener espacios, o presionar para robar cerca del área. El libro de Zidane no es una Biblia que se sigue con fanatismo: hay tolerancia para otros sistemas y otras formas de pensar, porque el entrenador francés siempre piensa en el bien común.
- Descansos. Como contra el Barcelona, en el minuto 70, Zidane quitó a Vinicius y a Kroos. Les ve más cansados que al resto y también ve que les necesita para el resto de la temporada, porque esto no para y el domingo, el Getafe va a exigir otro esfuerzo máximo. Así está Zidane, dando descansos como puede a la vez que intenta que el equipo sea lo más competitivo posible. A Hazard, por ejemplo, se le ha estado reservando para que no jugase estos partidos de máximo estrés, pero quizá ya es hora de que vuelva y otros respiren. Queda mucho, sobre todo hasta que se juegan la semifinal, en quince días la ida y la primera semana de mayo la vuelta y sabe Zidane que tiene que tirar de toda la plantilla.
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