El Villarreal perdona la vida al Arsenal

El Villarreal dejó escapar la oportunidad de liquidar la eliminatoria sin esperar al partido de vuelta. Con dos goles a favor y un jugador más en el campo, permitió que el Arsenal se levantara, que llevara el dominio del partido, que controlara la posesión y el juego mientras el equipo de Emery lo esperaba atrás. A ver qué pasaba.

Y lo que pasó fue que Saka se inventó un penalti con un ligero contacto de Trigueros y el Arsenal se puso más cerca de la remontada después del lanzamiento de Pepé desde los once metros.

Ya se había librado el Villarreal en la primera mitad de un penalti que corrigió el árbitro después de verlo en el monitor. Pepé se había llevado la pelota con la mano y aunque la falta de Foyth en el área era clara, la jugada estaba invalidada.

En la falta a Saka no hubo revisión, aunque el contacto no merecía la pena máxima. Pero el VAR no se mete en esas cosas y al Villarreal, que se veía muy cerca de la final, le asaltaron las dudas.

Y como toda situación es susceptible de empeorar, la del Villarreal empeoró con la expulsión de Capoué, que se resbaló y arrolló a Saka. Otra vez. El centrocampista del equipo amarillo se lesionó en el choque y se quedó tendido en el césped. Tuvo que marcharse en camilla y al árbitro le faltó pedirle perdón por tener que enseñarle la segunda amarilla y la roja en esas circunstancias.

El partido se torció para el Villarreal cuando más favorable parecía y después de un comienzo muy esperanzador.

El equipo de Emery despejó pronto los fantasmas. El nombre del rival y encontrárselo en una semifinal europea hacía que la memoria se marchara quince años atrás y repasara una y otra vez aquel penalti que falló Riquelme y que evitó que el equipo amarillo se presentara en la final de la Champions.

El Arsenal no aprovechó aquella oportunidad –perdió la final contra el Barça de Rijkaard–, pero el Villarreal no quiere dejar pasar la suya de disputar una final europea. Y a los cinco minutos ya había marcado Trigueros el primero después de una gran jugada.

Un simple toque de Parejo sirvió para desactivar la presión del Arsenal y permitió que Foyth corriera hasta el área contraria. Allí se encontró con Chukweze y el rebote después de su regate lo enganchó Trigueros para marcar el primero.

Quedaba todo el partido y el panorama era esperanzador para el equipo amarillo. El Arsenal tenía muchas bajas y el Villarreal había encontrado un agujero en el costado izquierdo de su defensa, donde Xhaka se ocupaba de defender como podía. La velocidad y el desborde de Samu Chukweze eran demasiado para el centrocampista suizo.

Pero el gol llegó en un saque de esquina preciso de Parejo que cabeceó Gerard Moreno y que Albiol remató en el segundo palo. No se imaginaba el Arsenal entonces que iba a llegar al final del partido con oportunidad para empatar el partido. Ni por el resultado ni por su puntería.

No conseguía disparar entre los tres palos y las únicas intervenciones de Rulli eran con los pies, porque salía a buscar algún balón largo o porque sus compañeros lo involucraban en la salida de la pelota. Allí le creaba problemas el Arsenal, por su imprecisión en el pase o porque la presión de los ingleses le complicaba la vida.

Aún tuvo el Arsenal la oportunidad de marcar el empate en un remate de Aubameyang que despejó Rulli a córner.

El Villarreal se marcha a Londres con la sensación de haber perdido una oportunidad de dejar la eliminatoria decidida. «Los hemos dejado escapar vivos», resumía Trigueros tras el partido.