Fútbol

Así de sorprendente fue la narración del penalti de Militao en Rac1, la emisora catalana

Las manos en el Real Madrid-Sevilla siguen dando de que hablar. Y casi nadie llega a un acuerdo acerca de lo que hay que pitar

Acción en la que el balón golpea en la mano de Militao y que el árbitro señaló como penalti tras revisarla en el VAR.
Acción en la que el balón golpea en la mano de Militao y que el árbitro señaló como penalti tras revisarla en el VAR.BallesterosAgencia EFE

«Era penalti claro, era mano. Podemos empezar a hablar de eso, de cómo lo interpreta cada uno, pero si es mano es mano; da igual si es voluntaria o no. Es un poco de mala suerte para ellos, pero el árbitro ha hecho lo correcto», decía Rakitic, el jugador del Sevilla que marcó el gol del penalti que adelantaba a su equipo en Valdebebas contra el Real Madrid el domingo, en el partido de LaLiga. Quería simplificar la jugada en la que Militao salta de espaldas y el balón le golpea en la mano: es mano, por tanto, penalti, dice el ex jugador del Barcelona. Pero no, mano es no es penalti, así tan fácil.

Es mucho más complejo y confuso. A veces es penalti y a veces, no. A veces entra el VAR y pide al árbitro que revise, porque hay dudas y a veces, no. Y a veces, acciones que son parecidas para casi todo el mundo, son pitadas de manera diferente por los colegiados.

En una entrevista al Marca, Velasco Carballo, presidente del Comité Técnico de Árbitros de la Real Federación Española de Fútbol, se sinceró: «La norma de la mano no es clara, da un amplio abanico de interpretación al árbitro. Ese es el problema. Desgraciadamente, la polémica con las manos existirá hasta que se redacte una norma más clara».

Incluso en Rac1, la emisora catalana, no vieron penalti al producirse la jugada: “Para mi no es penalti”, dice uno de los comentarios. “Estoy contigo, porque hay un rebote”, confirma otro”. Y siguen, pese a que favorecía al Sevilla y al Barcelona. “Yo soy de antipitar estos penaltis”,

Y en el Real Madrid consideran que en ese espacio gris que se da a la interpretación, han salido perdiendo. No tiene sentido, insisten, que pasen 25 jornadas seguidas de este campeonato sin que se pite un penalti a favor del equipo de Zidane. Fue lo que sucedió hasta que contra el Cádiz, hace pocas jornadas, se paró de contar, cuando es el segundo equipo de LaLiga que más dispara a puerta. Dicen que va contra la probabilidad, pero lo que ya ha sacado de quicio a los dirigentes blancos es que la mano de Militao contra el Sevilla intervenga el VAR para avisar al árbitro y éste vaya a verla, mientras otras jugadas más que parecidas hayan pasado sin llamar la atención. Pero no sólo manos. En el minuto noventa, cuando el Madrid está buscando el segundo tanto, un defensa del Sevilla se resbala y arrasa a Casemiro, que estaba esperando para rematar dentro del área. Nadie lo vio, nadie le dio importancia.

Eso no se observó, pese a las cámaras, pero las manos sí se vieron y no se actuó con la misma determinación que en el caso de Militao. En la primera parte, hay una mano dentro del área del Sevilla. Casemiro grita: «Penalti», Benzema lo pide y se ve que el VAR habla con el árbitro para indicarle lo que ha visto, mientras un jugador del Sevilla es atendido. Marcelo, desde el centro del campo, mete presión. «Benzema, lo vas a meter», dice. Pero no hay oportunidad: el colegiado cruza los brazos para negar que haya habido nada. «Estoy muy enfadado, me tenéis que explicar la regla de los penaltis, de las manos. Le pedí la explicación al árbitro y me ha dicho que había mano y que la otra no había sido», decía Zidane, acerca de las dos jugadas.

La imagen del entrenador y de Kroos en el centro del campo hablando con el árbitro refleja el enfado blanco. Son lo de los más calmados en estas situaciones, pero no podían más. El liderato de LaLiga estuvo ahí, en unas interpretaciones del colegiado

Hoy siguen molestos en el conjunto blanco porque consideran que no es cosa de un partido, sino que viene de lejos. Cuentan hasta siete decisiones arbitrales que no han pitado mano cuando el jugador tenía la mano extendida y, por el contrario, consideran que se duda poco cuando la jugada sucede en el área que defiende el Real Madrid. ¿Por qué se pitan unas y otras no si las diferencias son mínimas o si no hay diferencias?

Es la diferencia de trato lo que hace que en el Real Madrid consideren que LaLiga se les ha complicado por factores que ya no pueden controlar. El cansancio o las lesiones son cosa suya, que haya dos maneras de medir las manos en el área, es algo que les afecta y no pueden poner remedio a lo que consideran una injusticia. Y es la falta de respuestas enciende los ánimos en las oficinas blancas.