Tenis

Un Djokovic inmortal remonta a Tsitsipas y se mete en semifinales de Roma

Remontó el segundo set, aplazado el viernes por la lluvia, y salvó el saque que tuvo el griego para ganar en el tercero. Terminó venciendo 4-6, 7-5 y 7-5 y medirá a Sonego

Novak Djokovic remontó su partido de cuartos contra Tsitsipas
Novak Djokovic remontó su partido de cuartos contra TsitsipasETTORE FERRARIAgencia EFE

Djokovic resucitó y volvió a resucitar para ganar un partido que tenía perdido (4-6, 7-5 y 7-5). Comenzó el duelo de cuartos de final de Roma entre Djokovic y Tsitsipas con 4-6 y 1-2, con break arriba, en favor del griego. “Sólo” tenía que mantener sus servicios para acabar la labor que había empezado el viernes y que la lluvia interrumpió, pero eso teniendo enfrente al número uno del mundo, el mejor restador y además en pistas de tierra, donde el saque no es tan, tan decisivo, hace que el “sólo” deba ir entre comillas. Faltaba ver la actitud del serbio, si tendría mentalidad de remontada, y parecía que no cuando ni corrió a una dejada larguísima que le había hecho el rubio de la melena. La pelota flotó mucho y botó más allá de la línea de saque, podía llegar sin problema, pero no fue. Estaba cómodo Tsitsipas, pero confiarse contra Djokovic es un pecado. Y tampoco es que se confiara. La oportunidad le llegó al serbio cuando el set iba 4-3. Nole se puso duro, sólido, a meter muchas bolas dentro, y se generó un 0-40, tres oportunidades de break para que comenzara un partido nuevo en caso de romper. Fue el juego que decidió sí todavía quedaba tele que cortar. Y vaya si quedaba. Muchísima. Tsitsipas recuperó esas tres opciones de rotura apoyado en su saque, pero eso tampoco rindió a Nole, que continuó apretando y la quinta obtuvo el premio. Sacó el puño y gritó. Era un aviso de que estaba dispuesto a todo.

Tampoco se dejó intimidar Tsitsipas y tuvo un 15-40 del que salió vivo el número uno poco después. El partido entró en un momento de máxima ebullición. Djokovic se centró y buscó un movimiento táctico, tirando algunas pelotas altas para cortar el ritmo, y respondiendo a los ángulos con pelotas todavía más abiertas, imposibles. El griego hacía daño cuando conseguía cambiar a los paralelos, tanto con la derecha como con el revés. Un gran espectáculo del que sacó ventaja Nole para conquistar el set sin necesidad de llegar al desempate, con un nuevo “break” tras un punto de esos muy disputados: que si una pelota con mucho bote por aquí, otra al lado contrario y en cuanto su oponente se quedó corto, la derecha definitiva de arriba abajo.

Tsitsipas se fue a cambiar y a refrescar las ideas mientras Djokovic le esperó en la pista dando saltitos, manteniéndose activo. Cuando viene así desde atrás y está con decisión, es difícil frenar al ganador de 18 Grand Slams. Pero Tsitsipas, pese a ser joven, es un tenista curtido ya en muchas batallas contra los grandes. No le pillaba de nuevas una situación así. Y suya fue la primera oportunidad de break en el set definitivo. Con un punto agresivo logró la pelota de rotura y con inteligencia la completó: sin mucho riesgo, bolas más neutras pero con bote y muchas veces al centro para que Nole no pudiera abrir ángulos. Falló Djokovic y estalló: lanzó la raqueta contra la valla de forma violenta. Fue sólo un momento de furia puntual. El serbio estaba equilibrado y la batalla continuó para dejar momentos de infarto. Poque Tsitsipas tuvo cuatro oportunidades de doble break, pero Nole no estaba por la labor de abandonarse y se agarró a la pista y resistió y luego golpeó para pasar del 1-3 al 4-3. La cabeza del heleno podía estallar. Lo tuvo cerquísima y estaba desaprovechando muchas pelotas de break.

Pero el thriller continuó y Tsitsipas demostró su madurez volviendo a voltear el resultado, con valentía, agresividad y resistencia, pues el punto que le hizo pasar del 4-3 al 4-5 para tener el saque y ganar el partido fue increíble. Subió el griego a la red, tuvo que retroceder y seguir y seguir hasta que Nole la tiró fuera y él se quedó respirando agachado, buscando aire del esfuerzo. Y de break a break para que el partidazo continuara. No cerró el choque el número seis del mundo. Seguía el sufrimiento y esta vez ya no hubo más cambio de guión. Mantuvo su servicio Djokovic y rompió sin piedad después para llevarse un encuentro espectacular. Tuvo mucho desgaste, pero esta tarde tendrá que jugar las semifinales contra Sonego, que se dio otra paliza de más de dos horas y media Rublev (3-6, 6-4 y 6-3) también el sábado por la mañana, porque la lluvia ha comprimido el torneo.