Balonmano
Hispanos: Dani Sarmiento, para lo que haga falta
El veterano central de 38 años, miembro de la generación de oro, no duda en decir sí a la llamada de los Hispanos para el Europeo ante las bajas por covid
El camino de la selección española en el Europeo de balonmano está siendo sensacional: con victorias ante República Checa, Suecia, Bosnia, Alemania y Rusia. Es la campeona, coronada además en las dos últimas ediciones, pero llegó el momento de las palabras tan temidas: relevo generacional, cómo suplir a los que han ganado tanto. Los Juegos Olímpicos de Tokio fueron el fin de trayecto de un equipo de leyenda, que lleva una década en las medallas o cerca de ellas casi sin fallo, Europeo tras Europeo, Mundial tras Mundial. A los Juegos les tenían unas ganas especiales porque en este camino espectacular hubo un borrón: no lograr la clasificación para los Juegos de Río 2016. Por eso el bronce en Japón tuvo un sabor especial. Pero parte de ese grupo pasó: el capitán Raúl Entrerríos; uno de los jefes de la defensa, Viran Morros; el durante años mejor pivote del mundo, Julen Aginagalde; o el jugador que en la sombra, en silencio, siempre estaba ahí, Dani Sarmiento... Bueno, en el caso de Dani no pasó del todo. Nunca dijo que oficialmente dejaba el equipo nacional, es más, estaba en la prelista de 35 jugadores para el Europeo, pero tiene 38 años. Otra cosa es que si le necesitan, ahí va a estar. Y le necesitan y le han llamado y no ha habido duda en la respuesta.
El covid, que está marcando el Europeo, ha llegado a la concentración de España y ante las bajas de Joan Cañellas y Ian Tarrafeta por positivo nadie mejor que Dani. Recibió la llamada en Francia, pues es jugador del Saint-Raphaël VHB, y allí mismo le hicieron una PCR el viernes por la mañana que dio negativa. A mediodía mismo viajó a Viena, y de ahí a Bratislava, donde le esperaba otro hisopo para una nueva prueba, que superó sin problemas y ya se unió a la selección. «Para mí siempre es un motivo de alegría y de orgullo estar aquí en la selección. No me agrada tanto que sea por la baja de dos compañeros, pero bueno, intentaré echar una mano en lo que pueda y a ver si se recuperan pronto y pueden volver », afirma el central.
Poco hay que explicarle de la dinámica del equipo porque la conoce perfectamente. En su palmarés luce el oro Mundial de 2013 y el bronce de 2021, los títulos Europeos de 2018 y 2020 y el tercer puesto de 2014, y la medalla olímpica del pasado verano. Es ese jugador que mete un gol en el momento caliente del partido, el que aparece cuando los habituales anotadores no tienen el día, el que conoce la posición de central al dedillo porque lleva toda la vida jugando ahí, desde sus inicios en el Gáldar hasta la liga francesa pasando por Almería, el Ademar y el Barça. Jordi Ribera, el ahora seleccionador, fue quien le hizo debutar en la élite y quien le dirigió también en León. «Sé lo que quiere en la pista y para mí es muy fácil jugar con él», lo describe Sarmiento. «Dentro de lo que él pide es un juego libre. Dentro del juego que él quiere, la técnica y la calidad del jugador son las que determinan los pequeños detalles», añade.
Su puesto es el que más novedades ha tenido en este cambio generacional. Tanto Agustín Casado como Ian Tarrafeta son debutantes en una gran competición, pero como si no, porque el primero se está convirtiendo en la principal arma ofensiva de España, con sus 24 goles, y el segundo repartió juego y dirigió como un veterano hasta que el coronavirus le frenó. Dani tiene la humildad para, habiendo ganando todo lo que ha ganado, llegar para ayudar en lo que necesiten. «He visto el juego que caracteriza a España, muy colectivo. Bien en defensa y ataque, con los nuevos aportando... Los veo en la línea de los últimos campeonatos. Sigue compitiendo de una manera increíble», afirma Sarmiento. El partido contra Noruega (domingo 23 de enero a las 20:30) es la primera opción de llegar a semifinales. Si falla, queda la bala de Polonia (martes 25, 15:30).
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