Waterpolo

De Jesús Rollán a Unai Aguirre

España disputará la final del Mundial de waterpolo ante Italia con el portero de 19 años como referente del equipo nacional

Aguirre celebra con sus compañeros una de las victorias de España en el Mundial
Aguirre celebra con sus compañeros una de las victorias de España en el MundialSzilard KoszticsakAgencia AP

Cuartos de final del Mundial de waterpolo ante Montenegro. Unai Aguirre firma un 54 por ciento de paradas, es elegido el mejor jugador del partido y vuelve a meter a España en la lucha por las medallas. El waterpolo masculino es la única disciplina en Budapest en la que España va a subirse al podio. La natación naufragó, la sincro está en proceso de reconstrucción y el sitio de las chicas del waterpolo está entre el quinto y el octavo puesto, según Miky Oca. Semifinal ante Croacia. Unai Aguirre se dispara hasta un 71 por ciento de paradas para frenar a los balcánicos y vuelve a ser elegido el mejor jugador del partido. Con 19 años, el portero español es el heredero de una estirpe que comenzó en Jesús Rollán y tuvo su penúltimo capítulo con Dani López Pinedo. Unai Aguirre es el presente de un equipo que se jugará ante Italia –cuatro veces campeona mundial– volver a ganar un Mundial 21 años después (20:00, Teledeporte).

El liderazgo dentro y fuera de la piscina que encarnaba el mito Rollán lo ha heredado un portero de 19 años que sólo con 16 ya se definía como un «portero con carácter y al que no le asusta asumir retos». De Perth 1998 (4-2 a Yugoslavia) y Fukuoka 2001 (6-4 a Hungría) a Budapest 2022. Enfrente volverá a estar Italia, la selección que hace tres cursos, en el Mundial de Gwangju, evitó que España ganara el oro (10-5).

La selección de Dani Martín ha alcanzado una regularidad competitiva admirable. La de hoy será la cuarta final en los últimos cinco grandes campeonatos: España ha sumado dos platas en los últimos dos Europeos; se quedó a las puertas de la medalla en los Juegos de Tokio y busca mejorar la plata mundialista de hace tres años.

¿La receta? La presencia en la portería de Unai Aguirre que está acompañado por la mejor defensa del Mundial. «Si mis compañeros no defendieran como lo hacen, yo no podría parar como paro», asegura. El portero español no sólo suma con sus paradas. Sus celebraciones tras cada intervención y el «no, no, no» con su dedo índice a los lanzadores rivales se han convertido ya en clásicos en Budapest. Y una buena defensa conlleva un contraataque de vértigo. El objetivo para la final es mantener a los italianos por debajo de los diez goles (14-12 en la primera fase para España). «No he pensado mucho en lo que es cada partido. Lo que hago es salir a jugar como si fuera uno de Liga o de Liga de Campeones y creo que esa es la clave, que estoy disfrutando jugando», comenta Aguirre. Exactamente lo mismo que sucedía con el mito Rollán.